Susannah Spurgeon

Susannah Spurgeon
1832 – 1892

Mientras Susannah Spurgeon  siempre será recordada como la esposa fiel y alentadora del gran predicador Charles Haddon Spurgeon, ella merece un reconocimiento por derecho propio por la Iglesia Cristiana en el marco de su fondo para el suministro de libros de teología a los clérigos y ministros demasiado pobres para comprar . La importancia de esta obra cristiana no debe ser pasado por alto o subestimada. En el momento en el que vivía la señora Spurgeon, muchos ministros que vivian en Inglaterra se les daba  un salario tan pobre que apenas podía alimentar a sus familias, y ni  hablar de comprar libros para ayudarles a crecer espiritualmente y mejorar sus ministerios. De hecho, cuando el Fondo de Reserva se inició, se descubrió que muchos ministros no había sido capaz de comprar un libro nuevo por diez años!

Susannah Thompson nacio el 15 de enero de 1832 en los suburbios del sur de la ciudad de Londres. Se crió en un hogar piadoso y tenía amigos cristianos fervientes, como ella creció y ella se convirtió al cristianismo cuando era joven. Pero desde entonces, en aquellos días, no había muchas organizaciones o iglesias que animimaba a los creyentes jóvenes a seguir el servicio cristiano, y, o profundizar en el conocimiento de Dios, había una frialdad y la indiferencia común a la juventud de ese día, Susana incluido.

En 1852, Susana vio por primera vez el hombre que se convertiría en su amado esposo. Él era un simple joven de 19 años y había pedido  predicar en la famosa Capilla de Park Street en Londres y ante la insistencia de sus amigos que asistieron al servicio. Llegados a este punto en su vida, Susana se había vuelto tan espiritualmente fría que ella no entendía la predicación del Evangelio clara de este joven y ella no estaba impresionada con su predicación.

Cuando C.H. Spurgeon finalmente aceptó el pastorado de la Capilla New Park Street, la señorita Thompson a menudo lo visitaba en la casa de su queridos amigos señor  y la señora Olney que eran miembros de la iglesia.  Parece que no pasó mucho tiempo para Susannah a superar sus prejuicios respecto a Carlos como un predicador y pronto se dio cuenta de su vida cristiana estaba muy lejos de lo que debería ser. El Sr. Spurgeon pronto oyó el deseo de Susannah para mejorar su vida cristiana y se entregó a ella y copia ilustrada de “El Progreso del Peregrino” para ayudarla a lo largo de ese camino. Ella estaba muy impresionada por su preocupación por ella y desde ese momento su amistad creció y no pasó mucho tiempo que se convirtió en amor. Carlos y Susana se casaron el 8 de enero de 1856.

El 20 de septiembre de 1856, Susana dio a luz a un conjunto de dos niños gemelos en su casa de Nueva Kent Road. Ella se mantuvo débil durante algún tiempo después del nacimiento de sus hijos y, aunque finalmente se recuperó, ella nunca ganó de nuevo la salud completa y robusta. Gran parte de la vida Susannah se pasó sufriendo de dolencias físicamente que la mantuvieron en cama durante largos períodos de tiempo.

Aunque débil y enferma la mayor parte de su vida adulta, Susannah era un entrenadora fiel de sus dos hijos en la doctrina cristiana y tuvo la alegría de ver a los dos a ser cristianos en una edad temprana. Cuando se convirtieron en hombres adultos,  tanto que sus hijos reconocieron públicamente lo mucho que la enseñanza, influencia y el ejemplo de su madre  juegaron  un papel importante en sus conversiones.

Charles Spurgeon fue un escritor prolífico y tuvo la mayor parte de sus sermones publicados. En el verano de 1875 se completó el primer volumen de “Conferencias a mis alumnos” y dio a su esposa, una copia de prueba del libro, pidiendo su opinión. Ella le dijo a su marido que deseaba poder colocar ese volumen en las manos de cada ministro en Inglaterra. a lo que su marido respondió: “¿por qué no lo hacen: ?”

Susana no estaba preparada para su pregunta, pero la desafió a ver si podía ahorrarse el dinero de su cuenta personal para cumplir su deseo. En ese momento se acordó de algo de dinero que ella había guardado cada vez que tenía algo extra. Ella fue a su habitación y nos dieron el dinero y mientras contaba se dio cuenta de que tenía suficiente dinero para pagar por un centenar de ejemplares de la obra. Fue en ese instante en que el Fondo de Reserva nació.

La próxima edición de “La espada y el palustre”, una revista que era una revista impresa por su marido, que figura un anuncio de la intención de la señora de Spurgeon de dar a los libros y la invitación a los pobres pastores bautistas para solicitar el libro. Las aplicaciones demostraron ser más numerosos que se prevé que la distribución y en principio se hizo entrega de dos centenares de ejemplares en lugar de los cien que había propuesto inicialmente. En la edición siguiente de su publicación, Carlos habló de los muchos ministros que desean nuevos libros para aumentar sus conocimientos y mejorar sus ministerios y del Fondo de Reserva que Susannah creada para satisfacer estas necesidades. El dinero empezó a llegar para financiar el Fondo de Reserva para que los libros podían ser
proporcionada a los ministros necesitados.

Susana continuó la labor del Fondo de Reserva para el resto de su vida. Sus últimos pensamientos antes de su muerte fueron para el Fondo de Reserva, y por los ministros de pobres que se beneficiaron de su ayuda. En su testamento dejó una suma de dinero por la asistencia de la obra.

Además del apoyo que dio a su esposo en su ministerio, el tiempo que pasó de sensibilización y capacitación a sus hijos, y el trabajo que ella hizo con el Fondo de Reserva, Susannah Spurgeon dio una buena cantidad de tiempo a la literatura. Su obra más preciada era “C.H. Autobiografía de Spurgeon, compilado a partir de su diario, cartas y registros “. Como escritor, Susana tenía un don literario poco común. Escribió varios libros en su vida como “Diez años de mi vida en el Servicio del Fondo de Reserva”, “Diez años después”, y varios libros de devocion.

Biografia David Martyn Lloyd-Jones

lloyd-jones_martyn1

David Martyn Lloyd-Jones nació casi a punto de concluir el siglo XIX, el 20 de diciembre de 1899 en la ciudad de Cardiff, al sur de Gales, 7 años después de la muerte de Spurgeon, y dos días antes de la muerte de Moody.

Cuando Martyn tenía cinco años de edad sus padres se mudaron a la pequeña villa de Llangeitho. Esta villa había sido testigo de grandes avivamientos en el pasado reciente entre los metodistas calvinistas; pero en los días de Lloyd-Jones la iglesia había caído en un estado de sopor espiritual. Hablando acerca del pastor de la iglesia a la que ellos asistían como familia, Lloyd-Jones dijo una vez que era “un hombre moral y legalista… Yo no recuerdo que alguna vez haya predicado el evangelio, y ninguno de nosotros tenía una idea de lo que era el evangelio”

A principios de 1910, cuando Lloyd-Jones tenía 11 años, la casa paterna se incendió durante la noche, y tanto él como sus dos hermanos, Harold y Vincent, estuvieron a punto de morir. En ese incidente la mayor parte de los bienes familiares se perdieron y Henry Lloyd-Jones, el padre de Martyn, cayó en bancarrota. Esto cargó profundamente el corazón de Lloyd-Jones, convirtiéndolo en un joven muy serio y determinado a tener éxito en su vida profesional. Él mismo diría más adelante que nunca tuvo una adolescencia.

Tratando de encontrar alguna forma de sustento, Henry Lloyd-Jones se mudó a Canadá con la esperanza de llevarse luego a su familia. Pero al no encontrar trabajo decidió regresar, solo que en vez de dirigirse a Gales, se fue a la ciudad de Londres. Martyn fue enviado entonces a reunirse con su padre el verano de 1914 para servirle de ayuda.

Este fue un tiempo muy difícil para ellos. La situación económica era tan apremiante que Lloyd-Jones describe esta época de su vida como llena de desaliento y depresión: “Teníamos incontables desilusiones – dice él. Mi padre y yo, para ahorrar dinero, caminábamos y caminábamos y caminábamos”[iii]. Finalmente, el padre pudo hacerse de un negocio y la familia volvió a estar junta una vez más.

Entre 1914 y 1916 Lloyd-Jones concluyó sus estudios de bachillerato y a los 16 años de edad fue admitido en la carrera de medicina. Pasó sus exámenes de admisión con tanta excelencia que fue admitido en el prestigioso Hospital de St. Bartholomew, a pesar de ser tan joven. Este hospital era para la comunidad médica lo que Oxford era para la comunidad intelectual. A los 21 años se graduó de cirujano (aunque como era tan joven tuvo que esperar para graduarse). Su capacidad era tal que Sir Thomas Horder, médico de la corona y uno de los más eminentes doctores de la época, lo empleó como su asistente. Horder dijo de él que era “el pensador más agudo que alguna vez haya conocido”.

Conversión y llamamiento al ministerio

En lo tocante a su vida espiritual, tanto Martyn como sus dos hermanos habían profesado la fe en la iglesia Metodista Calvinista de Llangeitho, antes de mudarse a Londres en 1914. Y una vez establecidos allí, continuaron asistiendo a una iglesia de la misma denominación, la Capilla de Charing Cross, donde Martyn Lloyd-Jones llegó a ser el Superintendente de la Escuela Dominical a los 18 años de edad.

Sin embargo, al cumplir los 20 Lloyd-Jones se dio cuenta que realmente no era cristiano. En su libro “La predicación y los predicadores”, dice lo siguiente al respecto: “Durante muchos años creí que yo era cristiano cuando en realidad no lo era. Llegó un momento en que me di cuenta de que nunca había sido cristiano y me convertí. Pero había sido miembro de una iglesia y asistía a mi Iglesia y a sus cultos regularmente. Por tanto, cualquiera que diera por sentado, como hicieron la mayoría de los predicadores, que yo era cristiano estaba haciendo una suposición falsa. Esa no era una verdadera evaluación de mi estado. Lo que yo necesitaba era una predicación que me convenciera de pecado y que me hiciera ver mi necesidad y me llevara a un verdadero arrepentimiento y me enseñara algo de la regeneración. Pero yo nunca había oído hablar de esto”.

Todo eso cambió en algún punto entre 1921 y 1923. El Espíritu de Dios trajo tal convicción sobre él de la veracidad del cristianismo que de inmediato se sintió compelido a predicar el evangelio. En 1925, Lloyd-Jones fue invitado a hablar en una sociedad literaria y de debates, donde dio un discurso titulado “La Tragedia del Gales Moderno” y en el cual mostró la sorprendente capacidad de análisis, que luego sería tan evidente en su predicación. La prensa lo alabó como uno de los galeses más brillantes de Londres y algunos comenzaron a preguntarse si la práctica de la medicina era el lugar más apropiado para él. Lo que ellos no sabían era que el mismo Lloyd-Jones ya había tomado una decisión al respecto.

A la Capilla de Charing Cross también asistía Tom Phillips, un oftalmólogo muy famoso cuya hija, Bethan, estaba a punto de graduarse como médico. Desde la primera visita que Lloyd-Jones hizo a esa iglesia años atrás había puesto sus ojos en ella. Lloyd-Jones tenía la preocupación de que Bethan lo rechazara cuando le confiara los planes que tenía de dejar la medicina para dedicarse al ministerio; pero para sorpresa suya ella no puso ninguna objeción.

Unos 3 meses antes de su boda, Martyn Lloyd-Jones había sido invitado a predicar en la Iglesia de Bethlehem Forward Mission, en Sandfields, Averabon, al sur de Gales; y quedaron tan impactados por la claridad, el poder y la lógica de su mensaje, que no solo le pidieron que los visitara de nuevo, sino que finalmente le solicitaron que fuera su pastor; invitación que Lloyd-Jones aceptó.

Esa decisión causó tanta sorpresa, que fue comentada en varios periódicos londinenses. Mucha gente no podía entender cómo un profesional, con un futuro tan brillante, había tomado la decisión de venir a ser el pastor de una iglesia ubicada precisamente en el poblado de Sandfields, con muy poco nivel educativo y con una muy mala reputación moral. Alguien escribió en esa época que Sandfields era un lugar para “el jugador, la prostituta y el publicano”. Sin embargo, allí se fueron Martyn y Bethan luego de su luna de miel a principios de 1927.

Al inicio de su ministerio algunos ministros ordenados de la iglesia Presbiteriana se sentían recelosos por el hecho de que Lloyd-Jones no tenía ninguna preparación teológica formal. Mientras que los médicos locales tampoco estaban muy contentos porque pensaban que él había ido allí a mostrar su superioridad y arrebatarles a sus pacientes. Pero poco a poco los prejuicios comenzaron a desvanecerse y la iglesia comenzó a crecer. Hombres y mujeres reconocidos por su impiedad eran convertidos por el poder del Espíritu de Dios, mientras Lloyd-Jones se dedicaba a predicar expositivamente la Palabra de Dios, versículo por versículo.

Siendo galés de nacimiento, Lloyd-Jones conocía muy bien el carácter emotivo de los galeses, algo que muchos predicadores aprovechaban predicando con un estilo muy emocional para lograr supuestas conversiones que generalmente no duraban mucho tiempo. Pero a diferencia de ellos, Lloyd-Jones no comenzaba con las emociones de sus oyentes, que son fácilmente manipulables, sino con sus cabezas; él sabía que si quería ver verdaderos frutos de conversión la mente debía ser alcanzada primero.

Nunca contaba chistes desde el púlpito, ni utilizaba anécdotas personales, sino que basaba sus sermones en exponer exclusivamente lo que enseñaban los textos bíblicos que exponía. Él estaba convencido de que la clase obrera poseía la capacidad de sostener un debate lógico y bíblico. De manera que la membrecía no sólo creció numéricamente, sino también en madurez espiritual y en el número de hombres que posteriormente llegarían a ser pastores.

Durante los 11 años que duró su ministerio en Averabon la iglesia experimentó un crecimiento sorprendente, sobre todo entre los años 1930 y 1931. De igual manera Lloyd-Jones era cada vez más solicitado como predicador, no solo en el Reino Unido, sino también en los EUA y Canadá, y muchos comenzaron a ver en él un modelo de predicación.

Atendiendo a una de esas invitaciones, en Diciembre de 1935 Lloyd-Jones predicó en el Albert Hall, en Londres, y durante su mensaje enfocó los problemas bíblicos que él veía en muchas de las técnicas que se usaban para el evangelismo en aquellos días: “¿Pueden muchos de los métodos de evangelismo que se introdujeron hace unos cuarenta o cincuenta años realmente justificarse por la Palabra de Dios? Cuando leo sobre la obra de los grandes evangelistas en la Biblia, veo que ellos no estaban primeramente preocupados por los resultados; ellos se ocupaban en proclamar la palabra de verdad. Ellos dejaron el crecimiento (al Señor). Ellos estaban interesados sobre todo en que las personas fuesen puestas cara a cara con la propia verdad».

Ministerio en Westminster

Una de las personas que se encontraba presente aquella noche era un anciano de 72 años llamado George Campbell Morgan, pastor de Westminster Chapel, y probablemente el predicador más reconocido de la época. Para ese tiempo Campbell Morgan estaba buscando un sucesor. Así que dos días después de escucharlo predicar, Lloyd-Jones recibió una invitación para predicar en Westminster Chapel el último domingo de ese mismo mes de Diciembre de 1935. Esa fue la primera vez que Lloyd-Jones predicó en esta iglesia de la que luego sería su pastor por casi 30 años. Unos meses más tarde, en Abril de 1936, también fue invitado a predicar en el Tabernáculo Metropolitano, la iglesia de la que Spurgeon fue pastor hasta su muerte en 1892.

Para esa época Lloyd-Jones había recibido la oferta de ser el rector de un Seminario Teológico en Gales. Pero finalmente decidió irse a trabajar con Campbell Morgan en Westminster Chapel en 1938. Al principio pastoreó conjuntamente con Campbell Morgan. Pero cuando estaba a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial, Lloyd-Jones asumió plenamente el ministerio pastoral de la congregación.

Fue un período muy difícil para Inglaterra, tanto en sentido económico como emocional, que también afectó a los miembros de la iglesia. Pero aún así continuaron llevando a cabo sus servicios los domingos casi con normalidad. Debido a que el edificio de la iglesia estaba situado muy cerca del Palacio de Buckingham y otros edificios importantes del gobierno, constantemente estaban en peligro de ser alcanzados por el bombardeo de los alemanes. En 1944, una bomba explotó a unos pocos metros del edificio, cubriendo al predicador y a la congregación de polvillo blanco. Un miembro de la congregación abrió sus ojos después del estampido, y cuando vio que todos estaban cubiertos de blanco ¡creyó que había llegado al cielo!

Un ministerio más amplio

A pesar de las dificultades de la guerra, Lloyd-Jones estuvo envuelto en la fundación de varias instituciones importantes que le dieron un alcance mucho más amplio a su ministerio.

La primera fue la creación de la Biblioteca Evangélica, en 1943. Esta Biblioteca posee una historia sumamente interesante que ilustra la manera extraordinaria como Dios obra para la expansión de Su reino en el mundo.

En 1903, un hombre llamado Geoffrey Williams conoció al Señor en una iglesia Bautista en la que el pastor citaba frecuentemente El Progreso del Peregrino y otros libros de autores puritanos que no se habían vuelto a reimprimir por más de 200 años.

Con el deseo de crecer en su fe, Williams comenzó a adquirir libros, sobre todo de la época del puritanismo, y andando el tiempo tenía una biblioteca bastante grande que él puso a disposición de sus amigos. El número de personas interesadas se fue incrementando, así como el número de libros, de tal manera que para 1928 la biblioteca de Williams poseía unos 20,000 ejemplares.

Al principio operaba en el garaje de su casa, pero luego tuvo que mudarse a un pequeño edificio, a 12 millas al sur de Londres. Como la ubicación no era muy buena, la Biblioteca ya no era tan visitada y Williams comenzó a sentirse desanimado. Pero en 1938 providencialmente conoció a un señor que era miembro de la Capilla de Charing Cross, la iglesia de la que ML-J había sido miembro en su juventud. Y él le recomendó que le planteara su dificultad al Doctor (como era conocido ya).

Cuando Lloyd-Jones conoció la Biblioteca quedó profundamente impresionado por la enorme cantidad de libros buenos que este hermano había logrado reunir, pero le recomendó a Williams que buscara una ubicación más estratégica. Finalmente la Biblioteca Evangélica abrió sus puertas el lunes 15 de Enero de 1945 en la ciudad de Londres. El alcance que esto tuvo en la providencia de Dios es sencillamente imposible de cuantificar, como veremos en un momento.

La segunda institución que Lloyd-Jones ayudó a crear fue la Confraternidad de Westminster. Un grupo de pastores de no más de una docena, comenzaron a reunirse en Westminster Chapel, en 1941, para tratar aspectos prácticos del ministerio. Con el paso de los años este grupo comenzó a crecer y un considerable número de pastores jóvenes comenzaron a ser profundamente influenciados por él. Como bien ha dicho alguien: “Su vasta experiencia, su profunda sabiduría y su sentido común ayudaron a muchos ministros jóvenes con dificultades aparentemente únicas e insolubles”.

También al inicio de la guerra, Lloyd-Jones asumió la presidencia de la Confraternidad Inter-universitaria (IVF por sus siglas en inglés), otra institución que tuvo una profunda influencia dentro y fuera de Inglaterra, para promover la sana teología y un renovado interés en la literatura puritana en una nueva generación de creyentes evangélicos.

Fue bajo la cobertura de IVF que en Diciembre 1950 comenzó la Conferencia Puritana en la que Lloyd-Jones estaría involucrado en los próximos 19 años, conjuntamente con el Dr. J. I. Packer, que para ese tiempo tenía 24 años de edad. Packer estuvo asistiendo regularmente a Westminster Chapel cada domingo entre los años 1948-1949. Según Packer Él nunca había escuchado una predicación como esa. Venía “como la fuerza de un choque eléctrico” trayendo sobre él un sentido de la presencia de Dios como ningún otro hombre que él hubiera conocido.

En este punto de nuestra historia debo introducir otra institución que Martyn Lloyd-Jones ayudó a fundar y cuyo alcance solo conoceremos en el cielo. Un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad de Durham, en Inglaterra, comenzaron a ser influenciados por la literatura puritana a principios de 1950, así como por los escritos de Jonathan Edwards.

Entre estos estudiantes se encontraba Iain Murray a quien le preocupaba el desconocimiento general de los puritanos y los reformadores ingleses; así que decidieron publicar una pequeña revista a la que llamaron “Estandarte de la Verdad” (basados en el Salmo 60:4 que dice: “Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad”).

El primer número fue publicado en Septiembre de 1955. Cuando Lloyd-Jones supo de este esfuerzo, contribuyó personalmente con 100 libras para su publicación, una cantidad considerable en aquellos días, a la vez que pidió a los diáconos de Westminster Chapel que proveyeran la mitad de la suma necesaria para la impresión del segundo ejemplar. Al mismo tiempo, Lloyd-Jones alentó a Iain Murray a escribir un libro en el que demostrara las convicciones calvinistas de los reformadores ingleses. Cuando Lloyd-Jones leyó el manuscrito, en Mayo de 1956, le pidió a Murray que viniera a trabajar a Westminster Chapel como su asistente.

Y aquí tengo que introducir otro personaje, llamado Jack Cullum, un experto en acústica que se hizo inmensamente rico al diseñar durante la Segunda Guerra Mundial un mufle que reducía el sonido de los aviones. Cullum llegó a profesar la fe en una iglesia Metodista, pero hacía mucho tiempo que se había apartado del Señor. Providencialmente se topó en uno de sus viajes con una pareja de creyentes que le hablaron largamente del evangelio. Así que al llegar a Londres, Cullum reasumió sus visitas a la iglesia Metodista, pero ya no se sentía a gusto en medio de ellos. Entonces alguien le recomendó que visitara Westminster Chapel, donde finalmente se estableció.

Unos meses más tarde, en Enero de 1957, Cullum y su esposa invitaron a Iain Murray y su esposa a cenar con ellos. En un momento Cullum le preguntó a Murray: “¿Por qué toda esa historia y enseñanza de los reformadores ingleses y de los puritanos es tan poco conocida hoy?” A lo que Murray respondió que muchos de esos libros ya no estaban disponibles.

Desde su conversión Cullum había estado orando al Señor para que le permitiera hacer algo útil para Su reino en el resto de sus días. Así que decidió hacer uso de su dinero para financiar la re publicación de muchas de esas obras. Para ello crearon una Fundación que tomó el mismo nombre de la revista que había comenzado a ser publicada con ese mismo fin: “Estandarte de la Verdad”.

Los primeros dos libros estuvieron disponibles a principios de 1958, los cuales se vendieron rápidamente, sobre todo entre los miembros de Westminster Chapel. Y en poco tiempo se publicaron dos más ese mismo año: Sermones Escogidos de George Whitefield, y el primer volumen de obras escogidas de Jonathan Edwards. Para Octubre de 1958 El Estandarte de la Verdad había publicado 11 obras, sorprendiendo a todo el mundo por la rapidez con que se vendieron.

De manera que muchos de esos libros que Geoffrey Williams había estado comprando por años, y que solo se encontraban disponibles en la Biblioteca Evangélica, ahora tendrían un alcance muchísimo mayor. Por supuesto, el hambre por ese tipo de literatura no surgió de la nada. A Dios le plugo usar el ministerio de Lloyd-Jones para generar ese interés en los puritanos que todavía permanece en el día de hoy, sobre todo entre los cristianos de corte reformado.

Enfermedad y retiro

El ministerio de Lloyd-Jones continuó ejerciendo una influencia cada vez más amplia, pero Dios tenía otros planes para él en los próximos años. A principios de 1968, teniendo precisamente 68 años de edad, el Doctor Lloyd-Jones fue admitido en un hospital en Londres por molestias intestinales. Descubrieron que padecía cáncer de colon.

Cuando se supo la noticia, muchas iglesias alrededor del mundo comenzaron a orar por su recuperación. Y aunque la operación fue exitosa, era evidente que el Doctor no podía continuar su ministerio como lo había venido haciendo. Se retiró como pastor de Westminster Chapel a finales de Agosto de 1968. Pero como el mismo manifestó en una carta dirigida a los miembros de su iglesia: “Siento que Dios me está diciendo: ‘Este es el fin de un ministerio y el comienzo de otro’”.

A partir de ese momento, el Doctor se dedicó a la edición de muchos de sus sermones que luego fueron publicados, dar conferencias en diferentes lugares y continuar aconsejando a la enorme cantidad de personas, sobre todo de ministros del evangelio, que buscaban su ayuda. Una nota interesante es que en ese mismo año de 1968 un joven universitario llamado John Piper, había escuchado a alguien decir que los dos volúmenes del Sermón del Monte de Martyn Lloyd-Jones era la cosa más grande que alguna vez haya leído; así que compró y leyó esos dos volúmenes en el verano; y dice Piper que el impacto que produjeron en él fueron inolvidables.

En Mayo de 1979 comenzó a sentirse enfermo. Él pensaba que era una infección viral, pero era en realidad la recurrencia del cáncer. Predicó por última vez el 8 de Junio de 1980 en una iglesia Bautista. A partir de entonces su salud se fue deteriorando cada vez más, hasta que prácticamente ya no podía levantarse. A finales de Febrero de 1981, teniendo todavía toda su lucidez, escribió una nota a su familia en la que decía: “No oren por sanidad. No traten de retenerme de la gloria”[x].

Una nota interesante es que por más de 50 años, Martyn Lloyd-Jones había seguido fielmente el calendario de lectura bíblica de M’Cheyne (eso quiere decir que el Doctor leyó por lo menos 50 veces el AT completo y 100 veces el NT y los Salmos). Una de las lecturas que tocaba el día antes de su muerte, fue la de 1Cor. 15, el gran capítulo del Nuevo Testamento sobre la resurrección. Su hija Ann había orado con él y luego se quedó dormido. Ya no volvería abrir los ojos en este mundo. Al día siguiente, el domingo 1 de Marzo de 1981, el Dr. Lloyd-Jones partió a la presencia del Señor al cual sirvió fielmente por más de 50 años.

Reseñas Biograficas CT Studd


C.T. Studd salió de Inglaterra en Febrero, 1885, rumbo a China. Tenía 23 años de edad, e iba a predicar el evangelio con el grupo misionero de Hudson Taylor. Antes de salir, habló privadamente con Hudson Taylor, informándole que su padre le había heredado una fortuna de unos $2,500,000 dólares, y que el testamento indicaba que al cumplir los 25 años de edad, podía tomar posesión de ese dinero. Sin embargo, su lectura de la Biblia le había conducido a unas conclusiones definidas. Jesucristo había dicho, “Vended lo que poseéis, y dad limosna,” (Lucas 12:33) y “No os hagáis tesoros en la tierra.” (Mateo 6:19.) Los cristianos después de Pentecostés habían hecho esto: “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.” (Hechos 2: 44-45.) Finalmente, Jesús había exhortado a un joven rico, diciendo, “Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.” (Marcos 10:21.) A C.T. Studd le parecía que estas obligaciones se aplican igualmente a los discípulos modernos como a los que habían oído las palabras de los labios de Jesús. Por tanto, a la luz de la Palabra de Dios, C.T. había decidido dar toda su fortuna a Cristo, aprovechando la oportunidad dorada de hacer lo que el joven rico no quiso hacer.

No fue una decisión apresurada. Hudson Taylor le recordó que no podía hacer nada por dos años, hasta que tuviera los 25 años de edad, y que no tenía que tomar una decisión final hasta entonces. Pero esto no era una emoción pasajera para C.T. Se trataba de simplemente obedecer la Palabra de Dios.

Pasaron los dos años, y C.T. se encontraba en la ciudad de Chungking, China. Escribió en su diario, “Un día yo estaba leyendo… donde Cristo habló con el joven rico. Entonces Dios me hizo recordar los votos que le había hecho. Unos días después llegaron unas cartas del banco para decirme cuánto había heredado. Dios me dijo lo que tenía que hacer. Entendí en ese momento por qué me habían mandado a la ciudad de Chungking. Necesitaba firmar una carta poder, y se requería la firma de un oficial de la reina de Inglaterra. Fui al Consul, pero cuando vio los documentos, dijo, ‘No los firmaré.’ Finalmente me dijo que me iba a dar dos semanas para considerar la decisión, y si todavía estuviera decidido, los firmaría. Al fin de las dos semanas regresé, los firmó el oficial, y los documentos salieron».

C.T. calculó que su herencia era 29,000 libras. Cada libra era 7.3 gramos de oro puro. El total eran unos 212 kilos de oro. Decidió empezar con dar 25,000 libras. Un día memorable, el 13 de enero de 1887, mandó cuatro cheques de 5000 libras cada uno y cinco cheques de 1000 libras cada uno. Así como un hombre de negocios hace sus inversiones en las mejores acciones, C.T. invirtió en el Banco del Cielo. Mandó 5000 libras a D.L. Moody, con que el Sr. Moody estableció el Instituto Bíblico Moody en Chicago para preparar a los predicadores del evangelio. Mandó 5000 libras a Jorge Müller, indicando que 4000 era para misiones y 1000 para su orfanato. Mandó 5000 libras a Jorge Holland para ayudar a los pobres en Londres. Y mandó 5000 libras a Booth Tucker para el Ejército de Salvación en la India. Este cheque llegó exactamente el día después que habían orado toda la noche por nuevos obreros para reforzar la obra. Se usó para enviar 50 nuevos misioneros. Después dio otros miles de libras para la obra misionera en la China, reservando 3,400 libras para regalarle a su novia en el día de su boda. Pero ella le dijo, “Carlitos, ¿qué dijo el Señor al joven rico? Véndelo todo. Pues vamos a empezar nuestro matrimonio con las cuentas liquidadas.” Se sentaron y escribieron la siguiente carta al General Booth, fundador del Ejército de Salvación: Mi querido General, Estamos muy tristes porque acabamos de oír de la enfermedad grave de su esposa, y nuestros corazones se llenan de una profunda simpatía. No puedo decirle cuántas veces el Señor me ha bendecido a través de leer sus escritos en su publicación “The War Cry” y en sus libros. Y ahora queremos enviar adjunto un cheque por la cantidad de 1,500 libras. Otras 500 libras hemos enviado al Hermano Tucker para su regalo de bodas. Además estoy informando al banco para que venda nuestra última inversión de 1400 libras y mandársela a usted. De aquí en adelante nuestro banco está en el Cielo. Ya ve, no obstante la gran seguridad terrenal del Banco de Inglaterra, tenemos temor de que se quiebre en el día del juicio final. Y hemos tomado este paso de acuerdo con una referencia a la Palabra de Dios, y el mandato de Jesucristo, quien dijo, “Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan.” Además dijo, “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Y otra vez dijo, “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso.”Podemos dar gracias a Dios por su gracia, que hemos hecho esto “no por fuerza, sino voluntariamente” y de todo corazón. Alabado sea el Señor. Amén. Y también damos gracias a Dios que ahora hemos llegado a esa posición de: “No tengo plata ni oro.”

Ahora esta ofrenda no viene de parte mía, porque me enseñaron que la Biblia dice, “si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” Así que tomé todo esto, y se lo di a mi esposa para suplir sus necesidades. Y ahora ella misma está mandando este dinero porque estima que el Cielo es el banco más seguro, y además es muy conveniente porque no hay problemas de cambiar cheques, sino solamente, “pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”

Biografia C T Studd

Biografia C T Studd

Mientras que el mundo cristiano recuerda a Carlos T. Studd como un eminente misionero pionero, el mundo de los deportes lo recuerda como uno de los mejores de críquet que Inglaterra haya jamás producido.

Todos los Studd se criaron en el lujo. De aquí que se interesaban principalmente en la caza, en el juego de críquet, y en los caballos de carrera de su padre. Puesto que Carlos T. Studd provenía de una familia muy rica, tanto él como sus hermanos tuvieron la oportunidad de pasar mucho tiempo adiestrándose en el deporte del críquet. A los dieciséis años, Carlos era considerado como un experto; y a los diecinueve, fue elegido capitán de su equipo en la universidad de Eton.

Era un joven alto y esbelto, y se sentía muy orgulloso de sus logros deportivos. Pasaba muchas horas frente a un espejo, perfeccionando su técnica.

Continuó, luego, sus estudios en la universidad de Cambridge, preparándose para ser un abogado. No obstante, mientras cursaba su último años de estudios, ocurrió algo que alteró profundamente todos sus planes. Como resultado de una campaña evangelizadora dirigida por el célebre evangelista norteamericano Dwight L. Moody y su director de música, Ira D. Sankey, el padre se convirtió genuinamente al Señor Jesucristo. De inmediato dedicó todo su tiempo y energías a ganar a otras personas para Cristo. Vendió o regaló todos sus caballos de carrera, excepto tres.

Luego desocupó la habitación más grande de su hermosa casa, e invitó a todos sus amigos a asistir a los servicios de evangelización que se realizarían allí. El Sr. Studd se sintió atraído a la campaña de Moody, debido a que los periódicos publicaban artículos muy ofensivos en contra. «Debe de haber algo bueno en este hombre Moody» decía el Sr. Studd. «De otra manera los periódicos no lo insultarían tanto».

El Sr. Studd murió poco tiempo después de haberse convertido. D. L. Moody afirmó, posteriormente, que pocas personas habían hecho más por el Señor, que lo que Studd había hecho.

Una de aquellas cosas que el Sr. Studd hizo por su Señor, fue hablarles a sus tres hijos en cuanto a su bienestar espiritual. Sin embargo, no le fue posible ganar a su hijo Carlos para Cristo.

Más tarde, cuando su hermano Jorge cayó gravemente enfermo, Carlos se sintió profundamente conmovido. Por primera vez caía en cuenta del gran valor de los tesoros espirituales, en comparación con las posesiones mundanales. Por aquel tiempo Moody y Sankey celebraban cultos de evangelización en Cambridge. Muchos de los universitarios asistían a dichas reuniones. Al principio Carlos rehusó asistir.

Aducía que, en lo personal, nunca había sentido una necesidad particular por la religión. Sin embargo, finalmente accedió asistir a unos de esos servicios; y fue uno de los centenares de estudiantes que dedicaron su vida completamente a Cristo.

De seguido, abandono su ambición de ser abogado; lo cual perturbó en gran manera a sus familiares. Sin embargo, Carlos insistía que su vida ahora pertenecía a Dios, y que en el futuro iba a ser un misionero.

Carlos Studd demostró que su vida había sido realmente transformada por Cristo, al hablar y testificar acerca de su nueva fe. Siendo una figura muy conocida en el mundo deportivo, la gente concurría, a donde quiera que iba, para escucharle. De este modo, le fue posible testificar a muchas personas quienes, de otra manera, nunca hubieran escuchado un mensaje sobre las cosas espirituales.

Un día fue a hablar con Hudson Taylor, el fundador de la Misión al interior de la China, para ofrecerse como misionero. Después de haber sido aceptado, persuadió a seis de sus amigos de Cambridge, a seguir pisadas. Este grupo llegó a ser conocido como «Los siete de Cambridge.» El hecho de que estos siete jóvenes universitarios renunciaran a sus negocios, sus carreras, y aun a sus fortunas, que una noticia sensacional en todo el país. Pero ellos habían escuchado el llamado de Dios, y estaban listos para llevar el evangelio a las multitudes aún no evangelizadas en la China.

En 1885 Carlos T. Studd se embarcó con rumbo hacia la China, listo para iniciar allí su obra misionera. Al llegar a Shangai, el 8 de marzo, sin perdida de tiempo se puso a estudiar el muy difícil idioma Chino. Dedicaba por lo menos siete horas diarias a esta tarea.

Tal como lo había hecho Hudson Taylor, Studd hizo posible por identificarse con los chinos. Se vestía como ellos vestían, comía lo que ellos comían, y procuraba, hasta donde le era posible, deshacerse de sus costumbres occidentales.

Un día recibió la noticia de que su padre había fallecido. La carta le informaba, el mismo tiempo, que una gran cantidad de dinero le había sido dejado, de acuerdo al testamento. El joven misionero, que había leído pocos momentos antes el pasaje bíblico que dice: «Anda, vende todo lo que tienes, y dalos a los pobres, tendrás tesoros en el cielo», decidió dar como ofrenda una gran parte de su herencia. Regaló veinticinco mil dólares a Dwight L. Moody, quien usó este dinero para establecer la obra del Instituto Bíblico Moody en Chicago; institución en donde se enseña la Biblia hasta el día de hoy. Envió una cantidad similar a Jorge Muller, para ayudarle en su obra a favor de los huérfanos, y dio también una cuantiosa suma a la obra del Ejército de Salvación en la India. Otros cuatro cheques, cada uno por cinco mil dólares,, fueron enviados a otros líderes cristianos.

Tres años después de haber llegado a la China, C. T. Studd conoció a Priscila Stewart, una joven irlandesa, quien también era misionera. Se casaron, y Dios bendijo su hogar dándoles cinco hijos.

El clima de China no le caía bien a Studd, debido al asma de que padecía; así que, les fue necesario regresar a Inglaterra. Después de pasar seis años recuperando su salud, Carlos Studd salió nuevamente al campo misionero. Esta vez fue al sur de la India, en donde el clima no era tan riguroso; e inició una obra allí, fundando varias iglesias. Al regresar a su patria, después de haber trabajado en aquel campo, se le presentó la oportunidad de abrir el paso para la obra en el África. Comenzó a trabajar desde el río Nilo hasta el Níger, abriendo el camino para las misiones cristianas en ese continente. El 15 de diciembre de 1912, dejando a su esposa y a sus cuatro hijas en Inglaterra, emprendió el viaje que le llevaría hasta el mismo corazón del África. Estableció una misión en Niangara, y para el mes de junio de 1915, había bautizado a doce personas que se habían convertidos. Studd regresó a Inglaterra para reclutar más misioneros, y en 1916 regresó con muchos colaboradores. La misión fue nombrada Cruzada Mundial de Evangelización.

Cuando la salud de su esposa mejoró un poco, ella viajó al África, para ver a su esposo, al cual no había visto en muchos años. Tanto la Sra. de Studd, como el mismo eminente misionero fallecieron en el África. Pero, debido a la obra de la Cruzada Mundial de Evangelización, sus esfuerzos misioneros continúan.

Hoy el mundo cristiano recuerda a Carlos T. Studd, no solamente como uno de los más sobresalientes jugadores de cricket de Inglaterra, sino también como un joven consagrado que llegó a ser un obrero muy importante en el campo misionero de Dios.

Características de una Fe Salvadora Por John Macarthur

Examine su Fe – Características de una Fe Salvadora
Por John Macarthur

La Biblia provee un claro entendimiento acerca de que la fe verdadera produce buenos frutos. En su parábola de los terrenos y la semilla, el Señor Jesús enseñó que, mientras que los inconversos son estériles, los que son salvos llevarían fruto. En esta parábola, tres de cuatro suelos produjeron las plantas infructuosas, cuadros vivos de las recepciones de la palabra de Dios que nunca dieron lugar a la salvación.

En contraste, las plantas que dieron buen fruto prosperan en el buen suelo que representa un corazón redimido. Jesús dijo: “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.” (Mateo 13:23). Todos los creyentes son fructíferos, aunque no igualmente fructíferos.

Es la fe lo que está en el corazón de nuestro cristianismo. Ahora, quiero darle una pequeña prueba que le ayudará a examinar su fe. Estoy convencido de que las iglesias están llenas de personas que tienen un tipo de fe que no las salva. Santiago le llamó una “fe muerta”. 2 Corintios 13:5 dice, “examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe”. Usted debe asegurarse de que su fe es real. Ahora, al examinarse usted mismo y se pregunte: “¿Soy Yo realmente un cristiano? ¿Me he apropiado de este regalo que Dios me da? ¿He creído genuinamente?” ¿Qué es lo que debe buscar en su vida para discernir que su fe es real? ¿Cuáles son las marcas?

Ante todo, déjeme mostrarle algunas cosas que ni prueban ni niegan la fe salvadora. Voy a darle una pequeña lista de cosas que no prueban nada. Usted podría ser un cristiano; usted podría no ser un cristiano, y aun tener estas cosas. No prueban ni niegan la fe salvadora, pero usted necesita saber lo estas son para que usted no sea engañado.

I. COSAS QUE NO PRUEBAN NI NIEGAN LA FE SALVADORA

1. Rectitud Visible (Mat. 19:16-21; 23-27)

¿Qué quiero decir con eso? Bien algunas personas son simplemente buenas personas. Algunas de ellas son muy religiosas como los mormones que por fuera parecen personas muy moralistas, o católicos romanos, o alguna otra clase de secta o religión. Algunas personas son simplemente buenas personas. Son honestas, son abiertamente confiables en sus tratos. Son personas agradecidas, son personas amables, y tienen una cierta moralidad visible externa. Por el camino, los fariseos ciertamente tenían su esperanza descansando sobre eso. Son personas cariñosas, algunos de ellos son personas tiernas de corazón. Pero acerca de amar y servir a Dios, no conocen nada y ni sienten nada. Cualquier cosa que hace o deje de hacer la persona no involucra a Dios.

Esta persona es honesta en sus tratos con todo el mundo menos con Dios. Él no le robaría a nadie pero sí a Dios. Es agradecido y leal para con todo el mundo pero no con Dios. No hablaría despreciativamente ni censurablemente de nadie pero si de Dios. Tienen buenas relaciones con todos menos con Dios. Se parecen mucho a aquel joven rico que dijo: “Todas estas cosas las he guardado, ¿Qué me falta?” Esta es una rectitud visible, pero no necesariamente significa salvación. Las personas tratan de “limpiar sus actos” por medio de reformación mas que por regeneración.

2. Conocimiento Intelectual (Rom 1:21; 2:17ss)

En segundo lugar, otra cosa que no prueba o desaprueba la fe salvadora es el conocimiento intelectual. El conocimiento intelectual no prueba la fe verdadera. El conocimiento de la verdad es necesario para la salvación y la moralidad visible es fruto de la salvación, pero ni uno ni lo otro es igual a la salvación. Verá, usted puede saber todo acerca de Dios. Y usted puede saber todo acerca de Jesús, quién fue y que vino al mundo y murió en la cruz, que resucitó, y que El vendrá de nuevo. Y usted aun puede saber más de los detalles de Su vida. Usted puede comprender todo eso y darle la espalda a Cristo.

Eso es lo que el escritor de Hebreos esta advirtiendo a aquellos en Hebreos 6:46. Había personas en la iglesia que sabían todo de Dios y entendían las verdades del evangelio. Incluso tenía una medida de experiencia con la verdad del evangelio. Habían visto el ministerio del Espíritu Santo trabajando en las vidas de las personas y aun conociendo todo esto estaban aun paso del grave peligro de alejarse y rechazar a Cristo.

En Hebreos 10 él les dice que están pisoteando la sangre de Cristo al no creer lo que ustedes saben que es cierto. ¡Hay muchas personas que conocen la Escritura y que tienen un conocimiento pero va con destino al Infierno! Usted nunca se salvará sin ese conocimiento, pero tener ese conocimiento necesariamente no le salva.

3. Envolvimiento Religioso (Mat. 25:1-10)

En tercer lugar, el envolvimiento religioso. El envolvimiento religioso no es necesariamente una prueba de la fe verdadera. Según Pablo, hay personas que poseen una apariencia (una simple apariencia externa) de piedad pero que han negado el poder de la misma. Tienen una forma vacía de de religión. Jesús ilustró esto cuando habló de las vírgenes en Mateo 25. Esperaron, y esperaron, y esperaron la llegada del novio, el cual es Cristo. Incluso aun cuando esperaron por mucho tiempo, cuando El vino no entraron con El. Tenían todo pero les faltaba el aceite en sus lámparas. Aquello era lo más necesario no lo tenían. El aceite, probablemente emblemático de la nueva vida, la morada del Espíritu Santo. No eran regenerados. Eran religiosos pero no regenerados. Usted puede tener una moralidad visible externa, un conocimiento intelectual, y una participación religiosa, y sin embargo no poseer una fe salvadora genuina.

4. Ministerio Activo (Mat. 7:21-24)

El cuarto, es el ministerio activo. Es posible ser activo y aun tener un ministerio público, y aun no poseer una fe salvadora genuina. Balaam era un profeta que resultó ser falso (Deuteronomio 23:3-6). Saulo de Tarso (mas tarde se convirtió en el apóstol Pablo) pensaba que servía a Dios cuando mataba a los cristianos. Judas era un predicador público y uno de los doce discípulos de Cristo, pero el era un apóstata. En Mateo 7:22-23 Jesús dijo: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Aquellos a quienes Jesús les habló habían tenido un ministerio público y activo pero Jesús les dijo que nunca los había conocido. Palabras soberbias de hecho.

5. Convicción de Pecado (Hech. 24:25; Mat. 27:3-5)

Por sí misma, la convicción de pecado no es prueba de la salvación. En este mundo hay gente llena de culpabilidad. Muchos incluso se sienten mal por su pecado. Felix tembló bajo convicción en la predicación del apóstol Pablo, pero él nunca hizo a un lado sus ídolos o se volvió a Dios (Hechos 24:25). El Espíritu Santo obra para convencer a los hombres de pecado, de justicia, y juicio, pero muchos no responden en arrepentimiento verdadero. Algunos pueden confesar e incluso abandonar los pecados que los hacen sentir culpables. Ellos dicen: “No me gusta vivir de esta manera. Yo quiero cambiar” Pueden enmendar sus caminos pero aun faltarles la fe genuina salvadora. Eso es una reforma externa, no una regeneración interna. Ningún grado de convicción de pecado es una conclusiva evidencia de la fe salvadora. Aun los demonios tienen convicción de sus pecados por eso es que tiemblan pero ellos no son salvos.

6. Seguridad (Mat. 23)

Algunas personas dicen, “Pues Bien, debo ser un cristiano, porque siento que lo soy. Yo creo que si soy cristiano”. Pero eso es un razonamiento falso. Si creer que uno es cristiano es señal de que alguien es cristiano, entonces por definición, no sería posible ser un no-cristiano engañado y esto no encajaría en todo el punto del engaño de Satanás. El quiere que las personas que no son realmente salvas piensen que si lo son. Satanás ha engañado a múltiples de millones de personas religiosas en pensar que son salvas cunado aun cuando no lo son. Ellos podrían decirse a sí mismos: “Dios no me condenaría. Me siento bien conmigo mismo. Tengo seguridad. Estoy bien”. Pero eso no significa nada.

7. Un Momento de Decisión (Luc. 8:13,14)

Muy a menudo, las personas dicen algo como lo siguiente: “Pues Bien, yo sé que soy un cristiano, porque recuerdo cuándo firmé la tarjeta.” Ó “recuerdo cuándo hice una oración”. “Recuerdo cuándo caminé por el pasillo” ó “recuerdo cuando pase al frente”. Una persona puede recordar exactamente cuando sucedió y donde estaba cuado aquello sucedió, pero no necesariamente significa algo. Nuestra salvación no se comprueba con un momento en pasado. Muchas personas han hecho oraciones, han pasado al frente en los servicios de la iglesia, han firmado tarjetas, han pasado al cuarto de oración, han sido bautizados, se han unido a iglesias sin aun experimentar una verdadera fe salvadora.

Estas son siete condiciones comunes, o pruebas que no necesariamente prueban o niegan la existencia de una fe salvadora. ¿Cuáles son entonces las marcas de una verdadera fe salvadora? Afortunadamente, hay al menos nueve criterios bíblicos para examinar la autenticidad de una fe salvadora.

II. NUEVE CONDICIONES QUE PRUEBAN UNA VERDADERA FE SALVADORA

(FRUTO/PRUEBAS DEL VERDADERO/AUTENTICO CRISTIANISMO)

1. Amor a Dios (Salmo 42:1; 73:25; Lucas 10:27; Romanos 8:7)

En primer lugar un profundo y permanente amor a Dios es una de las evidencias supremas de la verdadera fe salvadora. Esto va hacia el corazón del tema. Romanos 8:7 dice: “ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios [hostilidad, odio], porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo” (LBLA). Por tanto, si el corazón del hombre está en enemistad con Dios no hay una base para afirmar la presencia de una fe salvadora. Aquellos que verdaderamente son salvos aman a Dios, pero aquellos que están molestos con Dios y Su soberanía. Internamente están en rebelión contra Dios y Su plan para sus vidas. Pero la persona regenerada ama al Señor con todo su corazón, alma, mente y fuerza. Su deleite esta en las infinitas excelencias de Dios. Dios se ha vuelto su principal fuente de felicidad y satisfacción. Busca de Dios y tiene sed del Dios viviente.

Por cierto, hay una gran diferencia entre tal amor para con Dios y la actitud egoísta que se centra solo en mi propia felicidad y ve a Dios como una medio de realización y ganancia, en vez de verme como un medio para glorificarle. La fe verdadera no cree en Cristo para que Cristo lo haga a uno feliz. El corazón que verdaderamente ama a Dios deseará agrada a Dios y glorificarle. Jesús enseñó que si alguien ama a su padre y a su madre más que a Cristo, no es digno de El. Jesús lo dice así: “37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.” (Mateo 10:37-39)

¿Ama usted Dios? ¿Ama usted Su naturaleza? ¿Ama usted Su gloria? ¿Ama usted Su nombre? ¿Ama usted Su reino? ¿Ama usted Su Santidad? ¿Ama usted Su voluntad? El amor supremo para Dios es una prueba decisiva de la fe verdadera. ¿Su corazón se eleva cuándo le canta alabanzas – porque usted le ama?

2. Arrepentimiento de Pecado (Salmo 32:5: Proverbios 28:13; Romanos 7:14; 2ª Corintios 7:10; 1ª Juan 1:8-10)

Un amor correcto hacia Dios debe implicar necesariamente un odio por el pecado que conduzca al arrepentimiento. Esto debería ser evidente. ¿Quién no entendería eso? Si verdaderamente amamos a alguien, buscaríamos su mejor interés. Su bienestar es nuestra mayor preocupación. Si un hombre le dice a su mujer: “te amo, pero no tengo el menor interés en lo que te suceda” justamente cuestionaríamos su amor por ella. El verdadero amor busca el mayor bien de su objeto. Si decimos que amamos a Dios, entonces odiaremos cualquier cosa. El pecado es blasfemo a Dios. El pecado maldice a Dios. El pecado pretende destruir a la obra de Dios y Su reino. El pecado mató a Su Hijo. Así que cuando alguien dice: “Amo a Dios, pero tolero el pecado,” entonces tengo razón para cuestionar su amor por Dios. No puedo amar a Dios sin odiar aquellos intenta destruirle. El verdadero amor por Dios, por lo tanto, se manifestará a través de la confesión y el arrepentimiento. El hombre que ama Dios se dolerá pro su pecado y querrá confesarlo a Dios y abandonarlo. El arrepentimiento verdadero implica confesión, implica apartarse del pecado. Debería dolerme por mi pecado.

Yo debería preguntarme, “¿tengo una convicción firme de la maldad del pecado? ¿Me aparece el pecado como algo como tan malo y amargo como realmente es? ¿Aumenta la convicción de pecado en mí al andar con Cristo? ¿Lo odio no simplemente porque es ruinoso a mi propia alma sino porque es una ofensa a mi Dios a quien amo? ¿Me aflijo más cuando peco que cuando tengo problemas? En otras palabras, ¿qué me duele más – mi desgracia o mi pecado? ¿Mis pecados me parecen muchos? ¿Frecuentes y agravantes? ¿Me encuentro afligido por mi pecado – más que por el pecado de los demás? Esa es una marca de la salvación. La verdadera fe salvadora – ama a Dios y odia lo que Dios odia, el cuál es el pecado.

3. Humildad Genuina (Salmo 51:17; Mateo 5:1-12; Santiago 4:6,9)

La fe salvadora se manifiesta en una humildad genuina. Jesús dijo que bienaventurados son aquellos que son pobres en espíritu, y aquellos que lloran [por su pecado] y aquellos que son mansos y aquellos que tienen hambre y sed de justicia (Mateo 5:3-6) –todas son marcas de humildad. En Mateo 18, Jesús dijo: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” La verdadera fe salvadora viene como un pequeño niño dependiente. El salvo no es el hombre que esta lleno de sí mismo sino de el hombre que se niega a sí mismos, toman su cruz cada día y siguen a Cristo (Mateo 16:24). En el Antiguo Testamento vemos que el Señor recibe a aquellos que vienen con un espíritu contrito y humillado. (Salmo 34:18; 51:17; Isaías 57:15; 66:2). Santiago escribe: “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Sant. 4:6). Debemos venir como el hijo pródigo. Recuerde lo que él dijo a su padre en Lucas 15: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo” (v.21). Aquellos que poseen una verdadera fe salvador ano vienen jactanciosamente ante Dios con sus logros religiosos o espirituales. Vienen con manos vacías en humildad genuina.

4. Celo por la Gloria de Dios (Salmo 105:3; 115:1; Isaías 43:7; 48:10; Jeremías 9:23, 24; 1ª Corintios 10:31)

La verdadera fe salvadora es manifestada por un celo por la gloria de Dios. Cualquier cosa que el creyente haga, ya sea comer o beber su deseo es ver a Dios glorificado. Los cristianos hacen lo que hacen porque quieren llevar gloria a Dios. Sin duda los cristianos fallamos en cada una de estas áreas, peor al dirección de la vida del cristiano es amar a Dios, odiar el pecado, vivir en humildad y abnegación, reconociendo si propia indignidad y dedicarse a la gloria de Dios. No es la perfección de la vida de uno, sino la dirección de la vida la que proporciona la evidencia de la regeneración

5. Oración Continua (Lucas 18:1; Efesios 6:18; Filipenses 4:6; 1ª Timoteo 2:1-4; Santiago 5:16-18)

La oración humilde, sumisa y creyente es una marca de la fe verdadera. Clamamos: “Abba, Padre” porque el Espíritu gime dentro de nosotros. Jonathan Edwards una vez predicó un sermón titulado: “Los Hipócritas son Deficientes En el Deber de la Oración Secreta”. Es cierto. Los hipócritas pueden orar públicamente, porque eso es lo que quieren hacer los hipócritas. Su deseo es impresionar a las personas, pero son deficientes en el deber de la oración secreta. Los creyentes verdaderos tienen una vida personal y privada de oración con Dios. Buscan regularmente comunión con Dios a través de la oración.

6. Amor Abnegado (1ª Juan 2:9; 3:14; 4:7)

Una característica importante de la verdadera fe salvadora es un amor abnegado. Santiago dice: “Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis

(Stgo. 2:8). Juan escribió: “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”.

Si usted ama a Dios usted no solo odiará lo que Le ofenda, sino que amará a aquellos a quienes El ama: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte” (1 Juan 3:14) ¿Y porque amamos a Dios y a los demás? Porque es la respuesta del creyente a Su amor por nosotros. “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19). Jesús dijo que sabríamos que somos Sus discípulos por nuestro amor para con los demás (Juan 13:35). “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.” (1 Juan 4:7)

7. Separación del mundo (1ª Corintios 2:12; Santiago 4:4; 1ª Juan 2:15-17, 5:5)

Positivamente, los creyentes son marcados por un amor hacia Dios y hacia los demás creyentes. Negativamente, el cristiano es caracterizado por una falta de amor hacia el mundo. Los verdaderos creyentes no son aquellos que son gobernados por los afectos del mundo, sino por su afecto y devoción hacia Dios y Su reino.

En 1 Corintios 2:12 Pablo escribió que: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”. En 1ª Juan 2:15 leemos: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” La verdadera fe salvadora separa a uno de las búsqueda de este mundo –no perfectamente, al fallar en estas áreas, pero la dirección de la vida del creyente, es hacia las cosas de arriba. El siente la atracción del cielo en su alma. Los cristianos son aquellos que Dios ha trasladados de un poder de la oscuridad hacia el reino de Su Hijo. El creyente esta marcado por la falta de amor o de la esclavitud al sistema del mundo satánicamente controlado (Efesios 2:1-3; Colosenses 1:13; Santiago 4:4).

8. Crecimiento Espiritual (Lucas 8:15; Juan 15:1-6; Efesios 4:12-16)

Los verdaderos creyentes crecen. Cuando Dios comienza una verdadera obra de salvación en una persona,. El termina y perfecciona esa obra. Pablo expresó esa seguridad cuando escribió Filipenses 1:6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

Si usted es un cristiano verdadero usted va a crecer, y eso significa que usted se parecerá cada vez más a Cristo. La vida se produce a sí misma. Si usted está vivo usted va a crecer, no hay otra manera. Usted mejorará. Usted aumentará. Usted crecerá. El Espíritu lo llevará de un nivel de gloria al siguiente así pues, examínese a usted mismo ¿Puede ver en usted mismo el crecimiento? ¿Ve una disminución en la frecuencia del pecado? ¿Existe un patrón de aumento de rectitud y devoción a Dios?

9. Obediencia (Mateo 7:21; Juan 15:14; Romanos 16:26; 1ª Pedro 1:2;,22; 1ª Juan 2:3-5)

Una vida obediente no es uno de los conductos opcionales dados a los creyentes para andar. Todos los creyentes están llamados a una vida de obediencia. Jesús enseñó que todos los pámpanos que permanecen en El llevan fruto (Juan 15:1-8). Pablo escribe que los creyentes: “….somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). Esto habla de obediencia. Somos salvos para la obediencia de la fe (vea 1 Pedro 1:2).

Si la lista “I” es verdad en una persona y la lista II es falsa, hay causa para cuestionar la validez de su profesión de fe. Asimismo si la lista “II” es verdad, entonces la lista superior lo será también.

¿Cómo podemos saber que nuestra fe es genuina? Examine su vida a la luz de la Palabra de Dios. ¿Ve usted todas estas características en su vida? ¿Tiene amor por Dios, odio por el pecado, humildad, celo por la gloria de Dios, un patrón de oración personal y privada, amor abnegado, separación del mundo, la evidencia de crecimiento espiritual y obediencia? Estas son evidencias reales de una verdadera fe salvadora.

CHARLES HADDON SPURGEON EL PRINCIPE DE LOS PREDICADORES 1834-1892

CHARLES HADDON SPURGEON EL PRINCIPE DE LOS PREDICADORES  1834-1892

LOS AÑOS DE FORMACIÓN

La biografía del más notable predicador del siglo diecinueve, Charles Haddon Spurgeon.

Spurgeon nació en Kelvedon, Essex, el 19 de Junio de 1834. Fue convertido a Cristo en una visita inesperada, debido a una tremenda tormenta de nieve, a una capilla metodista ubicada en Artillery Street, Colchester, el día 6 de Enero de 1850. Recibió el bautismo por inmersión en el río Lark, en Isleham, el día 3 de Mayo de 1850. Predicó durante unos meses en los campos alrededor de la ciudad de Cambridge. Muy pronto se convirtió en Pastor de la Capilla Bautista de Waterbeach, en 1852. Un año más tarde aceptó una invitación para predicar en una iglesia de mucha tradición, ubicada en New Park Street, Londres.

Charles fue el primogénito de diecisiete hijos. Cuando sólo contaba con dieciocho meses de edad, su padre fue a vivir a Colchester donde se encargaba de la contabilidad de un comercio de carbón. Mientras llevaba registros contables ejerció el pastorado de una iglesia independiente en una ciudad cercana llamada Tollesbury. Charles fue enviado a vivir con su abuelo en la localidad de Stambourne. El abuelo también era un pastor devoto, santo y digno de una iglesia independiente. Durante la semana era agricultor y los domingos predicaba. Hizo esto durante cincuenta años.

Desde muy temprana edad, Charles leyó los libros de teología de su padre y de su abuelo. Cuando tenía once años de edad asistió a una escuela en Colchester y más tarde pasó dos años en una escuela de Maidstone. Posteriormente se convirtió en ayudante de maestro en una escuela de Cambridge, y seguramente hubiera sido admitido a la Universidad de Cambridge si se hubiera permitido la entrada a los no-conformistas. En lugar de convertirse en un estudiante, enseñó en una escuela en esa famosa ciudad universitaria.

Spurgeon nunca asistió a ninguna escuela teológica. En una ocasión se le había concedido una cita con el director de un prestigiado seminario, pero por una equivocación de una sirvienta que olvidó informarle a Spurgeon que el director lo esperaba en un salón contiguo, la entrevista nunca se realizó.

En ese entonces ya era Pastor en Waterbeach y su congregación había crecido de un puñado de miembros hasta contar con más de cuatrocientos. Su primer sermón, cuando contaba con sólo dieciséis años de edad, había sido bendecido en Teversham. Fue en la casa de unos campesinos, y continuó predicando hasta que fue a Waterbeach. Durante dos años, la capilla de esa localidad tuvo que ampliarse sustancialmente para albergar a todos los que querían escucharlo. Venían de lejos para oír sus sermones.

Un día le correspondió ser un conferencista especial para un evento de la Unión de Escuelas Dominicales en Cambridge. Un tal señor George Gould participaba en la reunión y después de escucharlo recomendó de manera especial a Spurgeon a su amigo Thomas Olney, un diácono de la Capilla New Park Street, en Londres. Después de cuatro visitas a la Capilla New Park Street, Spurgeon aceptó la invitación para fungir como ministro bajo prueba durante seis meses. En unas pocas semanas y después de una reunión especial de la iglesia, se le pidió a Spurgeon que fuera su pastor permanente. En Abril de 1854 se convirtió en el pastor de New Park Street Chapel.

Muy pronto la capilla no pudo albergar a la creciente congregación. Esa capilla no había visto tanta bendición en muchos años. La influencia de un padre y de un abuelo piadoso, de una madre llena de oración, de las obras de los autores puritanos de los que se rodeaba siempre (y que devoraba con avidez) y de la educación que recibió de un perceptivo director de escuela (a una temprana edad podía leer Latín, Hebreo y Griego) todo esto contribuyó, durante los años formativos de su vida, para que Charles Haddon Spurgeon se convirtiera en el Príncipe de los Predicadores, primero en la Capilla New Park Street, y luego en el Tabernáculo Metropolitano que él mismo construyó.

1855
“Agárralos vivos a todos”

En este año encontramos a Spurgeon totalmente establecido en Londres y gozando de una popularidad creciente. Algunos sermones ocasionales, publicados de manera individual, habían abierto el apetito del público cristiano, por lo que se propuso publicar un sermón semanal, bajo el título El Púlpito de la Capilla New Park Street. En esta nueva aventura recibió toda la cooperación de Joseph Passmore, un joven impresor y editor que era miembro de la iglesia que se congregaba en la Capilla New Park Street, en Southwark, Londres. Se desarrolló entre ellos una amistad que duró toda la vida.

Debido al constante crecimiento de la congregación, se tuvo que tomar dos medidas: la antigua Capilla de New Park Street fue ampliada, y mientras las obras de ampliación se llevaban a cabo, se utilizó el salón de Exeter Hall, para los servicios de adoración. El primer servicio en el Exeter Hall tuvo lugar el día 11 de Febrero de 1855, y multitudes de personas se congregaron ese día, con sus Biblias en la mano y el himnario del Doctor Rippon bajo el brazo. Los caricaturistas de los periódicos se pusieron a trabajar de inmediato, y dos caricaturas favoritas fueron “el señor Azufre” y “agárralos vivos a todos.”

El primer domingo de Junio de 1855, la congregación regresó a la ahora ampliada Capilla en New Park Street. Le cabían 300 personas más que antes, ¡pero resultó que todavía era muy pequeña para las multitudes que se congregaban!

En ese mismo mes, Spurgeon cumplió veintiún años, y predicó sobre Santiago 4: 14, “¿Qué es tu vida?” Este sermón se publicó bajo el título de Cuadros de la Vida, y tuvo una gran acogida por el público.

En el mes de Julio Spurgeon viajó a Escocia y tuvo mucho éxito predicando en las ciudades del norte de Inglaterra en su camino a Escocia. Predicó en Edinburgo, Glasgow y otras ciudades escocesas. Atrajo a sus veintiún años las más grandes multitudes en la historia de ese país, que venían a escucharlo con mucho interés. En Glasgow, por ejemplo, 20,000 no pudieron entrar al lugar donde predicaba Spurgeon.

En la última noche de 1855, la Capilla de New Park Street estaba llena a reventar para el servicio de vigilia, cuando Spurgeon predicó sobre Lamentaciones 2: 19: “Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias.” Muchas personas fueron convertidas durante este servicio que tuvo lugar a la medianoche.

1856
CONTROVERSIA Y CONFESIÓN

Spurgeon inició el año 1856 predicando sobre el texto que había resultado en su propia conversión en Colchester: “Mirad a mí, y sed salvos” (Isaías 45: 22). En ese mismo mes (Enero) se casó con la señorita Susannah Thompson, y la boda fue dirigida por el doctor Alexander Fletcher de la Capilla Finsbury. Dos mil personas batallaron con el severo frío para testimoniar la ceremonia. Sin embargo, una buena parte de ellos no pudo entrar al templo. Después de una brevísima luna de miel, Spurgeon comenzó a predicar de nuevo en la Capilla de New Park Street el día 20 de Enero.

En Febrero Spurgeon predicó a favor de la Unión de Escuelas Dominicales de West Kent sobre “Venid, hijos” (que más tarde se publicó en forma de libro).

La primera de muchas controversias ocurrió en esta época, y es conocida como la “Controversia del Riachuelo,” y fue motivada por un volumen de himnos que había sido publicado por Thomas Toke Lynch. Su título: Himnos para el Corazón y para la Voz, El Riachuelo. Desde el punto de vista de Spurgeon, muchos de los himnos eran simplemente “poemas de la naturaleza” y carecían de una clara verdad evangélica.

Spurgeon publicó una nueva edición de La Confesión Bautista de Fe de 1689 y él mismo escribió un Prefacio para la edición. Él admiraba grandemente este resumen de lo que los “padres” de la denominación creían.

En el mes de Mayo visitó Stambourne y las escenas de su niñez. Predicó en ese lugar los servicios del jubileo celebrando el largo ministerio de su abuelo, y su texto fue Isaías 46: 4 “Y hasta la vejez yo mismo…”

Puesto que la Capilla de New Park Street era todavía demasiado pequeña aun después de la ampliación, se acordó una segunda serie de servicios en el Exeter Hall en el mes de Junio de 1856. Más o menos por esas fechas Spurgeon decidió entrenar para el ministerio a T. W. Medhurst, y así dio principio el Pastor’s College, que continúa activo al día de hoy bajo el nombre de Spurgeon’s College. Las clases comenzaron en la propia casa de Spurgeon con ese único alumno, y más tarde se trasladaron a uno de los salones del Tabernáculo Metropolitano. Posteriormente se contruyó un edificio destinado al entrenamiento de pastores.

Debido a que el Exeter Hall no aceptaba contratos a largo plazo, Spurgeon tuvo que rentar el Royal Surrey Gardens Music Hall. En ese lugar podía predicar a más de 12,000 personas cada domingo. La noche del domingo 19 de Octubre fue el primer día de su predicación allí. El edificio estaba densamente saturado (se calcula que había 20,000 personas que habían asistido). Algunas personas mal intencionadas gritaron “¡fuego!” durante el servicio, y luego añadieron “¡los balcones se están cayendo!” El pánico cundió y la gente huyó en una estampida en la que murieron siete personas y otros muchos quedaron heridos.

Spurgeon quedó grandemente conmovido por esta tragedia y se piensa que nunca se recobró realmente de sus efectos. No pudo predicar durante algún tiempo; sin embargo, los servicios fueron resumidos después de unas tres semanas. A partir de ese momento reinaron el orden y la reverencia y muchas personas fueron convertidas.

1857
Un Ministerio de Mayor Alcance

Este año comenzó con una nota triste para Spurgeon. Su viejo amigo Richard Knill de Chester murió el 2 de Enero de 1857. Este amigo, cuando Spurgeon era todavía un niño, había afirmado proféticamente que Spurgeon llegaría a ser un gran predicador. Knill había hecho imprimir más folletos que nadie: entre seis y siete millones distribuidos en Inglaterra y siete millones en los Estados Unidos.

Los servicios continuos en el Royal Surrey Gardens Music Hall comenzaron a agotar a Spurgeon. En una ocasión, en el mes de Febrero, su espléndida voz falló, estando presente en la reunión un obispo de la Iglesia de Inglaterra. Muchas personas de la alta sociedad asistían a estos servicios, incluyendo a Lord Palmerston, el doctor Livingstone, la Princesa Real, la duquesa de Sutherland, y Lady Franklin, viuda del explorador del Ártico. Mucha gente no alcanzaba espacio para entrar, y un día como el 17 de Mayo de ese año, más de mil personas se tuvieron que quedar fuera.

Se iniciaron reuniones en Londres para el expreso propósito de allegar fondos para la construcción de un nuevo Tabernáculo. Inicialmente se había estimado que se requerirían 12,000 libras esterlinas, pero pronto se descubrió que estos fondos serían insuficientes, y que se necesitarían 20,000 libras esterlinas.

Algunos de los compromisos ministeriales de Spurgeon en esta época fueron memorables, y tenían lugar al aire libre, en campos abiertos así como también en ciudades congestionadas. Esto nos lleva a recordar al gran modelo que Spurgeon siempre tuvo frente a sí, George Whitefield. Uno de estos servicios tuvo lugar en un pequeño pueblo en las cercanías de Cambridge, llamado Melbourne, donde se congregaron 1,100 personas para escuchar el Evangelio. Estos servicios al aire libre atraían a las clases trabajadoras pero también a las élites.

El más asombroso servicio de ese año tuvo lugar el día 7 de Octubre cuando Spurgeon predicó en el Palacio de Cristal (Crystal Palace) en un día destinado a la humillación y a la oración por causa del Motín de la India. En ese servicio se cantó el Coro del Aleluya de Händel. Asistieron 23,654 personas.

Hacia fines de 1857 se publicó el primer libro escrito por Spurgeon: El Santo y Su Salvador. Spurgeon vendió los derechos de autor del libro por 50 libras esterlinas, y por tanto perdió una gran cantidad de dinero que pudo haber cobrado como regalías. El libro fue escrito principalmente “para la familia del Señor,” pero hay muchos pasajes en él destinados al lector inconverso.

1858
El Interés Americano

El año de 1858 fue notable por muchas razones. Los astrónomos observaron un nuevo cometa; ocurrió un eclipse de sol casi total; y brotó en los Estados Unidos un poderoso avivamiento espiritual. De la misma manera, en Inglaterra, los servicios que tenían lugar en el Surrey Gadens Music Hall recibían más bendición que antes. La membresía de la Capilla New Park Street crecía aceleradamente. En ese año se agregaron 231 nuevos miembros.

Spurgeon estaba generando un mayor interés que antes en los Estados Unidos. Sus sermones alcanzaban inmensas ventas.

El siete de Abril de ese año, Spurgeon visitó Halifax donde ocurrió un desastre similar al que sucedió en el Music Hall en 1856. Un número de tablones de una estructura provisional, construida para la visita de Spurgeon, cedió, y la estructura se derrumbó. No murió nadie, pero sí hubo muchos heridos. La nieve y fuertes vientos causaron esta vez el daño.

Spurgeon predicó por primera el sermón anual para la Sociedad Misionera Bautista, y la asistencia y la ocasión sobrepasaron todo lo conocido en la historia de esa denominación. Fue la primera de muchas predicaciones para esa Sociedad. El servicio tuvo lugar en el Music Hall, y el edificio estaba densamente abarrotado, mucho antes que el servicio comenzara.

El 11 de Junio, Spurgeon predicó en el Hipódromo de Epson. Casi inmediatamente después visitó Irlanda, con el mismo éxito que había obtenido en su visita a Escocia en 1855.

En Septiembre pudo darle la buena noticia a su congregación que se había podido comprar el terreno en Elephant and Castle para la construcción del nuevo Tabernáculo Metropolitano. Su costo fue de cinco mil libras esterlinas.

Sin embargo, en Octubre de ese año, Spurgeon enfermó seriamente por primera vez desde su llegada a Londres, y durante un mes no pudo predicar. Pero el año tuvo un final feliz, y los servicios continuaron en el Music Hall. Se llevó a cabo una reunión en la Capilla New Park Street en la que se reportó que se habían reunido 10,000 libras esterlinas para la construcción del Tabernáculo Metropolitano.

1859
La Colocación de la Primera Piedra del Tabernáculo

El año de 1859 comenzó con una conferencia por parte del gran predicador, en lugar de un sermón. Dándole un título en latín, De Propaganda Fide (La Propagación de la Fe), Spurgeon pronunció su conferencia en el Exeter Hall para la Asociación de Hombres Jóvenes Cristianos. Habló sin tapujos acerca de muchos temas, ¡incluyendo la moda de las mujeres!

Por esta época, Spurgeon esperaba poder realizar una gira por los Estados Unidos de América, habiendo recibido inclusive un ofrecimiento de 10,000 dólares para que predicara cuatro sermones en el Music Hall de Nueva York. La gira tuvo que posponerse. Sin embargo, el Príncipe de los Predicadores nunca visitó personalmente los Estados Unidos.

En el mes de Febrero regresó nuevamente a Escocia, teniendo reuniones durante dos semanas en Edinburgo y Glasgow, y el día primero de Marzo predicó en el Tabernáculo de Whitefield en Moorfields a favor de la Misión de la Ciudad de Londres.

En el mes de Junio, un hombre fue golpeado por un rayo y murió en Clapham, cuando se resguardaba de una tormenta eléctrica bajo un árbol. Con el objeto de enfatizar lo inesperado de la muerte, Spurgeon predicó bajo ese mismo árbol el día 10 de Julio, habiendo asistido unas diez mil personas. Se hizo una colecta a favor de la viuda de aquel hombre.

Unos servicios preliminares a la puesta de la primera piedra del Tabernáculo, tuvieron lugar el día 15 de Agosto en la Capilla New Park Street. Uno de los predicadores durante esos servicios fue el propio padre de Spurgeon.

La ceremonia para la colocación de la primera piedra tuvo lugar el día 16 de Agosto, y fue llevada a cabo por Sir Samuel Morton Peto. Se colocó sobre esa piedra un cheque anónimo por la cantidad de 3,000 libras esterlinas. Tres mil personas asistieron a esa ceremonia. El alcalde de Londres participó en la ceremonia.

Éste era el sexto año de Spurgeon en la ciudad de Londres, y descubrió que los directores del Surrey Gardens Music Hall alquilaban el local los domingos por la noche, para conciertos. Inmediatamente anunció su intención de descontinuar allí sus propios servicios los domingos por la mañana. Los directores pronto se dieron cuenta de su error. No sólo sufrieron pérdidas financieras, sino que el propio edificio se quemó y fue destruido hasta los cimientos en Junio de 1861.

Al modo de Wesley y de Whitefield, Charles Spurgeon continuó su predicación al aire libre, por los campos de los alrededores. En Octubre, 4,000 personas escucharon predicar a Spurgeon sobre, “Venid a mí,” en un prado de Carlton, Bedfordshire.

Por estas fechas, los sentimientos de Spurgeon en contra de la esclavitud se hicieron ampliamente conocidos y en una reunión nocturna llevada a cabo el día 8 de Diciembre, Spurgeon invitó a John Andrew Jackson, un esclavo fugitivo originario de Carolina del Sur, USA, a que subiera al púlpito con él. Esto hizo que perdiera mucho del apoyo que recibía de los Estados Unidos, y afectó la venta de sus sermones en aquel país.

Durante 1859 se agregaron 217 nuevos miembros a la congregación de la Capilla New Park Street.

1860
Consiguiendo Fondos

En 1860 Spurgeon dirigió los servicios en Exeter Hall en lugar del Surrey Gardens Music Hall.

La construcción del Tabernáculo iba progresando y en el mes de Abril de este año se tuvo una reunión en la Capilla New Park Street para seleccionar nuevos métodos para conseguir más fondos. Se necesitaban doce mil libras esterlinas adicionales para que el edificio pudiera ser terminado libre de deudas.

En Mayo Spurgeon visitó Gales del Sur y predicó a 20,000 personas que se reunieron al aire libre en un campo en Abercarn. El Lord-Lieutenant de Monmouthshire estaba presente en medio de muchas personalidades, que además incluían a Lord y Lady Tredegar con su familia y Lord y Lady Llanover con su familia.

Spurgeon había pasado ya siete años en Londres, y ciertos signos de severa fatiga comenzaban a ser visibles. Spurgeon había estado predicando un promedio de diez sermones a la semana a congregaciones que en su conjunto sumaban 30,000 personas. Con el objeto que pudiera obtener algún descanso, se coordinó una gira por el continente europeo para el mes de Junio.

A su regreso de la gira, el día 29 de Julio predicó otra vez, con renovado vigor, en Exeter Hall. El mes siguiente dio una conferencia acerca de su gira por Europa y se recogieron 1,000 libras esterlinas destinadas a complementar los fondos para la construcción del Tabernáculo.

En Septiembre predicó en la localidad de Holyhead a más de 5,000 personas incluyendo a muchos miembros de la nobleza.
Este año finalizó con el nombramiento que recibió Spurgeon como co-editor de la revista The Baptist Magazine (La Revista Bautista). Este año se sumaron en total 207 personas a la membresía de la Capilla New Park Street.

1861
Se Termina la Construcción del Tabernáculo Metropolitano

La Construcción del Tabernáculo Metropolitano estaba llegando a su fin a principios de 1861. Spurgeon sólo contaba con 25 años de edad pero los periódicos ya lo describían como “el gran predicador de la época.” Predicaba por todas partes de su nación incluyendo: Sunderland, York, Leeds, Newcastle, Carlisle, Edinburgo, Glasgow, Aberdeen. Estos eran sólo algunos de los lugares que visitaba.

A finales de Marzo se concluyó la construcción del Tabernáculo. El primer sermón que Spurgeon predicó allí, fue una exposición de Hechos 2: 42. La colección de sermones conocida ahora como El Púlpito de New Park Street llega a su fin, para dar paso a una colección de sermones conocida como El Púlpito del Tabernáculo Metropolitano. Las celebraciones de apertura tuvieron una duración de 5 semanas. Varias predicaciones sobre las Doctrinas de la Gracia fueron expuestas por el propio Spurgeon y por otros predicadores invitados. Estas Doctrinas de la Gracia fueron el cimiento del ministerio de Spurgeon durante los 31 años que predicó en el Tabernáculo Metropolitano.

Muy pronto después de los servicios de apertura del Tabernáculo, se agregaron muchos nuevos miembros. El total de miembros ya sumaba 1,900 personas.

Spurgeon visitó Gales durante el verano de este año y 10,000 personas asistieron para escucharlo en un servicio. Se comentó allí que si Spurgeon hubiera tenido un solo ojo, habría competido exitosamente con el propio predicador local de Gales, el gran Christmas Evans.

El 19 de Agosto se celebró en el Tabernáculo el centenario del nacimiento de William Carey. Spurgeon habló de Carey como un ejemplo para los jóvenes.

También en el mes de Agosto ocurrió un accidente de trenes en el Túnel Clayton camino a Brighton. En Septiembre ocurrió otro desastre ferroviario cuando un grupo de paseantes viajaba a la costa del sur. Spurgeon negó que esto fuera un juicio divino. El sermón es el No. 408, titulado “Accidentes, No Castigos” que pronto será incorporado a este sitio web.

En el mes de Octubre de este año Spurgeon inició una serie de conferencias en el Tabernáculo. Estas conferencias tenían lugar los viernes por la noche, y atraían a grandes multitudes pero también las críticas hostiles de la prensa nacional.

Spurgeon predicó un sermón (No. 426) con motivo del fallecimiento del Príncipe Consorte de la Reina de Inglaterra.

Los sermones impresos de Spurgeon aumentaban en popularidad de manera consistente. Durante el año 1861 se distribuyeron 200,000 sermones impresos en las Universidades de Oxford y Cambridge, y salió a luz una edición alemana que se expuso en la Feria del Libro de Leipzig. Muchos periódicos de Estados Unidos reproducían íntegramente estos sermones cada semana.

1862
El Colegio del Pastor

Como un resultado de la abolición del impuesto sobre el papel, se pudo usar un tipo de letra más grande en las impresiones de los sermones, y el número de páginas por sermón aumentó de ocho a doce.

El octavo volumen de los sermones, correspondiente a este año, contiene predicaciones muy importantes de Charles Haddon Spurgeon, con ocasión de ciertos desastres nacionales. En el mes de Enero, más de doscientos mineros murieron en un desastre ocurrido en una mina de carbón (Sermón No. 432). Más tarde en ese año, las condiciones económicas se tornaron graves en Lancashire, debido a la falta de suministro de algodón como materia prima. Pronto se convirtió en una calamidad nacional y Spurgeon no sólo se refirió a ella desde el púlpito, sino que realizó colectas en el Tabernáculo Metropolitano para ayuda en la crisis, y cerca de 700 libras esterlinas fueron reunidas.

Este año fue otro año muy bueno para el Colegio del Pastor. Más de 20 estudiantes recibían entrenamiento para el ministerio cristiano, y otros 150 estudiantes asistían a clases nocturnas como estudiantes de tiempo parcial. A fines de ese año había 39 estudiantes de tiempo completo. Spurgeon creía con mucha convicción que el Colegio era la obra más importante de su vida, después de la predicación del Evangelio. Como el Colegio todavía no contaba con un edificio propio, las clases tenían lugar en algunos salones del Tabernáculo.

En la primavera de ese año, ocurrieron dos incidentes interesantes. La tumba de Juan Bunyan en Bunhill Fields fue restaurada y Spurgeon asistió a la ceremonia acompañado con el Conde de Shaftesbury. Spurgeon habló de Bunyan como predicador, autor y persona sufriente. Allí comentó que valoraba más La Guerra Santa que El Progreso del Peregrino.

También en el mes de Mayo le dio la bienvenida al Tabernáculo Metropolitano al doctor Merle D’Aubigne, el famoso historiador de la Reforma. Dicho doctor predicó en el Tabernáculo la mañana del 18 de Mayo de este año. El 27 de Mayo tuvo lugar una reunión en la que participaron 1,000 no-conformistas que partían para Nueva Zelanda. Spurgeon predicó y los exhortó para que fueran cargados plenamente de sólida doctrina sobre la elección y la perseverancia, así como con piernas muy fuertes para su labor de predicar el Evangelio.

En el mes de Septiembre, 10,000 personas escucharon al “Príncipe de los Predicadores” predicar al aire libre en Cheddar Cliffs. Spurgeon estaba de espaldas a una roca y uno puede imaginar el deleite del gran predicador al cantar “Roca de la Eternidad” antes de predicar su sermón.

Las conferencias de los viernes por la noche continuaban atrayendo a grandes audiencias, especialmente una conferencia que trató sobre George Fox, el fundador de la Sociedad de Amigos.

El año terminó con una nota triste. Un de los predecesores de Spurgeon en la Capilla de New Park Street, James Smith, falleció. Spurgeon resumió la obra de su amigo de una manera típica: “El suyo fue ministerio convertidor.”

1863

Las Traducciones de los Sermones

Spurgeon ya había sido durante dos años co-editor de La Revista Bautista. A principios de 1863 renunció a esta responsabilidad con la esperanza de iniciar una “revista más barata, que enseñe la verdad y denuncie el error,” pero no fue sino hasta dos años después que la revista La Espada y la Paleta (cuchara de albañil) cobró vida.

Por estas fechas un promedio de 9 nuevos miembros se incorporaban al Tabernáculo Metropolitano cada semana. Durante 1863, 311 personas fueron bautizadas por inmersión, 116 se incorporaron provenientes de otras iglesias, para un total de 427 personas. El número total de miembros ascendía a 2,517 personas que convirtieron al Tabernáculo Metropolitano en la iglesia cristiana más grande del mundo de esa época. Entre los bautizados de ese año se encontraba Sir Arthur Blackwood de la Oficina de Correos. Desde que se convirtió en pastor de esa iglesia, Spurgeon había bautizado a 3,000 personas.

El Colegio del Pastor continuó prosperando, y entre sus estudiantes se encontraban 3 judíos y varios metodistas primitivos. El Colegio que había dado inicio siete y medio años antes contaba con 66 estudiantes. Las clases nocturnas atraían a 200 estudiantes de medio tiempo.

Los sermones impresos tenían gran demanda. Se leían en África Central, las Islas Bahamas y Nueva Zelanda, y eran traducidos al alemán, al holandés, sueco, francés y al italiano. Se habían estado publicando ya durante ocho años (incluyendo los seis volúmenes del Púlpito de la Capilla New Park Street) y se vendía más de un millón de copias por año.

El gran evento del año fue la gira que hizo Spurgeon para predicar en Holanda. Partió el 21 de Abril y tenía el objetivo de predicar dos y hasta tres veces por día en pueblos, en ciudades y a los estudiantes universitarios. Le dio la bienvenida en suelo holandés un alto oficial de la Corte, el Barón van Wasnaer y pocos días después fue recibido por la Reina de Holanda en el Palacio Real y su entrevista duró una hora.

Predicó en Leyden, en Amsterdam, en la Universidad y en la Catedral de Utrecht y en Rotterdam.

En el verano de ese año visitó Cambridgeshire, y naturalmente visitó la escena de su primer pastorado: Waterbeach. Esa iglesia continuaba creciendo de manera consistente y se le pidió a Spurgeon que pusiera la primera piedra de la capilla que se construiría en el mismo sitio. En esa ceremonia participaron casi 2,000 personas. Spurgeon donó 120 libras esterlinas para su construcción y un diácono del Tabernáculo Metropolitano le presentó una cuchara de albañil de plata como elemento conmemorativo.

En el mes de Agosto Spurgeon visitó nuevamente Escocia, gira que combinaba el descanso con sus compromisos de predicar. Su mayor deleite fue visitar a su primer estudiante, convertido ahora en el Reverendo T. W. Medhurst, quien se había establecido recientemente en una iglesia en Glasgow.

Además de sus “giras” de predicación, Spurgeon tenía compromisos de predicar normalmente en cualquier día de la semana. Durante 1863 le predicó a 6,000 personas en Birmingham, a 3,400 en Dudley, y a 3,000 en Wolverhampton. Sin embargo, nunca descuidaba los pueblos pequeños y a menudo se le podía ver y escuchar predicando en un campo al aire libre o en el establo de algún granjero.

Sus biógrafos describen este año de 1863 como “un año de progreso y muy satisfactorio en todo sentido.”

Toda esta bendición y prosperidad prevalecieron durante un año de grandes controversias. El volumen de sermones del “Púlpito del Tabernáculo Metropolitano” correspondiente al año de 1864 es uno de los más importantes de toda la colección que contiene 56 volúmenes. La razón es que incluye sermones sobre La Regeneración Bautismal, Niños Traídos a Cristo y no a la Pila Bautismal, El Libro de la Oración Común (utilizado por la Iglesia de Inglaterra, anglicana) Pesado en las Balanzas. Spurgeon sabía que había “atizado un nido de cascabeles” y estaba plenamente convencido que la venta de sus sermones bajaría dramáticamente, pero a partir de ese momento se vendieron más sermones.

Finalmente, Spurgeon predicó este año un sermón muy importante titulado La Restauración y Conversión de los Judíos, predicado a favor de la Sociedad Británica para la Propagación del Evangelio entre los judíos.

El año de 1865 puede describirse como un año de comienzo y de consolidación en la vida y el ministerio de C. H. Spurgeon. En Enero de este año inició una revista mensual a la que puso por nombre La Espada y La Paleta (Cuchara de Albañil), que continúa editándose hasta el día de hoy. Habiendo sido co-editor de La Revista Bautista, Spurgeon tenía ya la suficiente experiencia para editar su propia revista como “un Registro del Combate en Contra del Pecado y de Trabajo para el Señor.” La revista incluía la publicación de sermones, de artículos y de reseñas de libros. También mantenía informados a sus lectores acerca de las demás obras del ministerio de Spurgeon, tales como el Tabernáculo, el Orfanatorio, y el Colegio.

El Colegio del Pator estaba ahora muy bien consolidado. Yendo de un lugar a otro durante el verano de 1865, Spurgeon recibió mucho aliento por el interés que despertaba el Colegio. Contaba ya con más de mil patrocinadores. El entonces editor de Mundo Cristiano había logrado recoger 160 libras esterlinas de los lectores de su periódico para la obra del Colegio. Spurgeon le regaló una copia de los primero diez volúmenes de sus sermones impresos.

La clase de Biblia para jovencitas que tenía lugar los domingos por la tarde también se había consolidado. Había comenzado en el año de 1859 con tres miembros, y ahora, en el año de 1865 contaba ya con más de 700 miembros. Las conversiones eran frecuentes y quienes se convertían procedían de todos los estratos sociales.

Durante este año, dos asesinos infames fueron presentados ante los tribunales de justicia en Inglaterra. El doctor Pritchard envenenó a su esposa y a su suegra, y Constance Kent asesinó a su hermanito de cuatro años de edad. C. H. Spurgeon predicó un poderoso sermón acerca de estos juicios (Sermón No. 641 del volumen de 1865).

Otros notables sermones predicados este año son: No. 607, “La Verdadera Unidad Promovida,” que tiene mucha vigencia en nuestros días de ecumenismo espúreo. No. 653, “Un Discurso para una Época de Avivamiento,” otra necesidad perentoria para las iglesias de este siglo, tan poco espirituales.

En el mes de Mayo de este año, y después de once años de servicio en Londres, Spurgeon tuvo que informarle a su congregación que abandonaría Inglaterra para cambiar de escenario, con el objeto de tener un período de descanso y de recuperación. Estaba exhausto por todo el trabajo que asumía. Hizo una gira por el continente europeo durante la cual no predicó.

Después de estar ausente durante ocho semanas, Spurgeon retomó su responsabilidad en el Tabernáculo Metropolitano y participó en las reuniones de la Unión Bautista en Bradford y en la reorganización de la Asociación Bautista de Londres. Las reuniones tuvieron lugar en el propio Tabernáculo Metropolitano.

1866
Nuevas Instituciones

En el volumen de sermones correspondientes a este año, se encuentran reflejados serios eventos nacionales y eclesiásticos.

El hacinamiento y las condiciones sanitarias sumamente deficientes en muchos barrios de Londres en aquella época, desembocaron en una muy diseminada peste de cólera. (Sermón No. 705, La Voz del Cólera). La recesión en la vida comercial creó mucho pánico en los medios financieros y en otras áreas. (Sermón No. 690, La Lección del Gran Pánico).

Hacia fines de ese año Spurgeon predicó sobre Isaías 59:19 (Sermón No. 718, El Estandarte Levantado ante la Faz del Enemigo) pues el ritualismo iba ganando terreno en la Iglesia de Inglaterra. Aun los periódicos de la época comentaban que “hay que tomar medidas decididas para reprimir esas extravagancias perniciosas.”

1867

Año de Renovación

El proyecto del orfanatorio de Spurgeon realmente comenzó a tomar forma durante el año de 1867, aunque el terreno se compró a finales del año anterior. Con una donación de 20,000 libras esterlinas de parte de la señora Anne Hillyard, viuda de un clérigo de la Iglesia de Inglaterra, Spurgeon pudo proceder a la ceremonia de la puesta de la primera piedra. La gente se tuvo que subir a los árboles para poder presenciar la ceremonia.

Al comienzo de este año, Spurgeon escribió una apelación pidiendo ayuda a favor de las víctimas de la peste del cólera del año anterior, y también alentó a los obreros de las escuelas dominicales para que ministraran a las clases trabajadoras. Uno de los convertidos de su iglesia trabajaba con los vendedores ambulantes del este de Londres, y debido al interés que esta obra despertó en Spurgeon, estableció una misión especial para ellos.

El evento más importante durante 1867, sin embargo, fue un mes de predicación en el Agricultural Hall, Islington. El Tabernáculo Metropolitano, después de seis años de operación, necesitaba ya una renovación completa. El Exeter Hall ya se había hecho muy pequeño para las necesidades de la iglesia de Spurgeon, por lo que se rentó el Agricultural Hall. Este salón estaba en capacidad de albergar a una multitud tres veces mayor que la que asistía al Tabernáculo. También estaba ubicado a varias millas de distancia del Tabernáculo. A este edificio con una capacidad de asientos de 15,000 personas, asistían 20,000 a cada servicio, por lo que mucha gente se quedaba de pie durante todo el servicio. Los sermones de Spurgeon duraban entre cincuenta minutos y una hora. Había una atmósfera reverente en ese lugar, la gente escuchaba con mucha atención, y los servicios resultaron en muchas conversiones.

En el volumen de sermones del Púlpito del Tabernáculo Metropolitano correspondiente a 1867, los sermones del No. 743 al No. 746 fueron predicados en el Agricultural Hall. Son notables entre esos sermones los titulados: “Las Riquezas Inescrutables de Cristo” y “El Fin Deseado de los Justos.” Spurgeon predicaba con gran unción y muchísimas personas no podían entrar para escucharlo.

En términos de su salud, el año de 1867 no fue un buen año. Por esta razón los diáconos no tuvieron otra alternativa más que nombrar a un pastor asistente. El hermano de Spurgeon, tres años menor que él, era la selección natural, y James Archer Spurgeon asumió mucho del trabajo diario rutinario del Tabernáculo, además de ser pastor de la Iglesia Bautista de West Croydon.

Para evitar la confusión que naturalmente se generaría al tener dos señores Spurgeon, Charles Haddon propuso a su hermano que aceptara un doctorado americano si le era ofrecido. Pero esto no ocurrió sino hasta después de la muerte de Spurgeon. La Universidad Colgate le confirió el grado de Doctor en Letras en reconocimiento a su habilidad en leyes eclesiásticas.

Hacia finales del año se terminó un asilo de ancianos: doce habitaciones para ancianitas. El propio Spurgeon donó 5,000 libras esterlinas para esta obra.

El año de 1867 finaliza con un grandioso servicio de vigilia en el Tabernáculo, y Spurgeon predicó dos sermones: uno dirigido a los miembros de la iglesia (No. 3,634) y otro para los inconversos.

1868
Los Protestantes Alentados

El inicio de 1868 se caracterizó por una gran angustia que perneaba la clase trabajadora de Londres. Debido al estancamiento del comercio, a un severo invierno y a condiciones insanas y escuálidas, se sentía una gran opresión.

En el mes de Febrero, vientos huracanados barrieron el sur de Inglaterra y el Orfanatorio de Stockwell de Spurgeon fue seriamente dañado. Esto, sin embargo, fue una bendición disfrazada, pues sirvió para crear un nuevo y muy difundido interés en esa obra. Unos pocos días después de ese incidente, Spurgeon recibió dos sobres. Uno contenía 2,000 libras esterlinas y el otro contenía una libra esterlina. Este último sobre fue devuelto por un escritor anónimo que decía que indebidamente había recibido esa libra de Spurgeon una vez que se había disfrazado de mendigo. Además, 460 iglesias bautistas contribuyeron con fondos que le fueron presentados al predicador, y cuyo monto total era equivalente a dos orfanatorios.

En el mes de Abril, el Exeter Hall ubicado en el Strand estaba abarrotado para la reunión anual de la Asociación de Jóvenes Cristianos. Lord Shaftesbury presidía y Spurgeon predicó a pesar del profundo dolor que la causaba la gota en su pierna. Su interés en la evangelización de los jóvenes se hizo evidente cuando predicó el sermón anual para jóvenes de la Sociedad Misionera de Londres en la Capilla de Westminster (Sermón No. 811).

El año de 1868 fue también de mucha agitación eclesiástica. La separación entre la Iglesia y el Estado en Irlanda fue álgidamente discutida, y ciertas personas comenzaron a agitar para que se hiciera lo mismo en Inglaterra. Algunos estaban aterrados por un potencial regreso a la Iglesia de Roma. Para alentar a los protestantes, Spurgeon predicó sobre Cristo como “Cabeza de la Iglesia” (Sermón No.839). Spurgeon también publicó un controversial panfleto titulado “Una Fábula para el Tiempo.” Este folleto contenía un grabado que mostraba a un cerdo y a un clérigo alimentándose de una cubeta, el clérigo llevando sus ropas canónicas y el cerdo llevando una mitra papal y unas llaves. Sobra decir que Spurgeon fue agriamente criticado por la prensa.

Predicó a vastas multitudes en Liverpool y en Bristol durante el año de 1868, y en Bristol tuvo que predicar a las 9 de la mañana y otra vez en la noche para poder incluir al mayor número posible de personas y no dejar fuera a nadie.

En el mes de Noviembre, un evangelista norteamericano dirigió unas reuniones para niños en el Tabernáculo. Como un “prefacio” a esas reuniones del señor Hammond, y para enfatizar la importancia de la conversión infantil, Spurgeon predicó un sermón titulado “No Pequen en contra del Niño.” (Sermón No. 840).

1869
Treinta y Cinco Años de Edad

El sermón de Año Nuevo de Spurgeon estaba basado, como todos los años, en un texto que le suministraba un clérigo de la Iglesia de Inglaterra. Titulado “Jesucristo Inmutable,” el texto era uno sobre el cual Spurgeon había predicado previamente once años antes en la Capilla New Park Street.

En una reunión que tuvo lugar en el Tabernáculo Metropolitano en el mes de Enero, se anunció que 285 hombres habían completado su entrenamiento en el Colegio del Pastor desde su fundación, un número “igual a los que se habían graduado en otras instituciones en un período de cincuenta años.” La influencia del Colegio se había difundido hasta Australia por medio de uno de los ayudantes de Spurgeon en el Tabernáculo, quien había emigrado a ese país por razones de salud. Allí fundó un colegio siguiendo los “lineamientos de Spurgeon” y el propio Spurgeon lo consideraba como una verdadera extensión de su Colegio, donando 100 libras esterlinas para sus necesidades.

Los informes financieros del Tabernáculo publicados a principios del año, mostraban un total en exceso de 20,000 libras esterlinas como donaciones recibidas el año anterior, de las cuales 4,300 habían sido suscritas para la obra del Colegio.

La circulación de los sermones impresos continuaba creciendo en todo el mundo. Varios periódicos en los Estados Unidos los reimprimían conforme eran publicados en Londres.

A principios de este año se publicó un libro “Las Pláticas de John Ploughman” que tuvo muy buena acogida. Pronto se vendieron miles de copias. Hacia fines de ese año apareció el primer volumen de la colección “El Tesoro de David” que es el comentario de Spurgeon al Libro de los Salmos. (Salmos 1-26 comentados en el primer volumen). Pronto llegó a ser considerado uno de los libros más informativos de Spurgeon, de mucha ayuda tanto para ministros como para laicos.

La obra en el Tabernáculo fue grandemente bendecida a lo largo de 1869. En un solo mes, 32 personas fueron bautizadas. Este año también Spurgeon ocupó la Presidencia de la Asociación Bautista de Londres. Usualmente el Presidente instituía la erección de una nueva iglesia bautista durante el año de su cargo. Spurgeon edificó tres.

Spurgeon contaba con treinta y cinco años de edad, y durante el año sufrió de neuralgia, y luego de viruela, por lo que se tuvo que ausentar del púlpito por algunas semanas.

1871

Predicando en Roma

El decimoquinto aniversario del Colegio del Pastor fue celebrado a comienzos de 1871, y se presentó un reporte indicando que los hombres de Spurgeon estaban a cargo de iglesias ubicadas tan lejos como el Norte de Escocia, y contaban con dos judíos conversos que trabajaban como evangelistas entre su propia gente.

En Enero Spurgeon fundó una Asociación para garantizar el día de descanso (domingo) para los trabajadores. La Asociación quería menos trabajo el día domingo para los trabajadores del Servicio Postal. Spurgeon escribió a todos los Ministros urgiéndoles que presentaran una petición al Parlamento, para tal efecto.

El día 20 de Febrero, lunes, se tuvo una reunión de oración que duró todo el día, en el Tabernáculo Metropolitano. Comenzó al despuntar el día, y continuó durante 14 horas.

Síntomas de agotamiento en Spurgeon aparecieron nuevamente, y varios predicadores tuvieron que relevarlo tanto en el Tabernáculo como en diversos compromisos externos. Spurgeon no predicó durante 13 domingos a lo largo de un período de seis meses.

En Julio se publicó el sermón impreso No. 1,000, titulado Pan Suficiente para Repartir. Spurgeon había estado ya en Londres 17 años y veinte millones de sus sermones impresos estaban repartidos por todo el mundo, y habían sido traducidos a diversos idiomas.

El sermón No. 999, La Obra de Marchitamiento del Espíritu fue altamente alabado por un periódico de los Bautistas Estrictos.

En el mes de Noviembre Spurgeon se fue al continente europeo para un descanso.
Sin embargo, aprovechó la oportunidad para predicar en Roma. A pesar de la dificultad de predicar por medio de un intérprete, sus sermones fueron bendecidos grandemente y causaron una gran conmoción en la prensa local en idioma inglés de esa época. Además de predicar con sencillez el Evangelio hizo un llamado para obtener apoyo financiero para la obra del Señor en esa “ciudad idólatra.”

1874

Cuarenta Años de Edad

La noticia de la muerte del doctor David Livingstone llegó a Inglaterra a principios de 1874. Una copia muy usada de uno de los sermones de Spurgeon, “Accidentes, No Castigos,” se encontró en uno de sus bolsillos, y posteriormente esa copia fue entregada a Spurgeon como un recuerdo.

La membresía del Tabernáculo Metropolitano llegaba ya a 4,366 personas, que la convertía en la más grande del mundo. Se consideraba que la segunda congregación más grande del mundo era la Primera Congregación Africana ubicada en Richmond, Virginia, USA.

En Enero Spurgeon respondió a un artículo de un periódico, escrito por el doctor R. W. Dale de Birmingham, que afirmaba que el calvinismo ya habría sido obsoleto entre los Bautistas si no fuera por la influencia de Spurgeon. Spurgeon replicó que la mayor parte de los Disidentes eran todavía fieles a la fe calvinista.

Destellos del Pensamiento, que contenía mil extractos de las obras de Spurgeon, arreglados en orden alfabético, fue publicado en Abril.

Un notable sermón, de una hora y diez minutos de duración, fue predicado por Charles Haddon Spurgeon bajo un cobertizo de una planta industrial llamada Britania Iron Works, (empresa dedicada a la fundición del hierro) en Bedford. Spurgeon cambió su texto al último momento, y predicó sobre 1 Crónicas 28: 9 – “Si tú le buscares, lo hallarás.”

En el mes de Septiembre el edificio del Colegio del Pastor fue abierto en la parte posterior del Tabernáculo. Hasta esta fecha 20,000 personas habían sido bautizadas por pastores educados en el Colegio del Pastor. A fines del año, 47 hombres habían completado su entrenamiento en el Colegio y 23 de ellos se habían establecido en los Estados Unidos.

El sermón No. 1,161 tenía una especial súplica por parte del predicador, impresa en la parte superior. Él solicitaba que se utilizara este sermón para fines evangelísticos.

Habiendo cumplido este año los cuarenta años de edad, Spurgeon había trabajado para el Señor durante la mitad de su vida, en Londres. El sermón No. 1,179 muestra los pensamientos de Spurgeon acerca de la madurez. El último sermón del año, el No. 1,209 completó veinte volúmenes de los sermones impresos, seis de ellos pertenecientes al Púlpito de la Capilla New Park Street, y catorce al Púlpito del Tabernáculo Metropolitano. Spurgeon puso como título a su sermón “Un Resumen Agradecido de Veinte Volúmenes.”

1875
D. L. Moody en el Tabernáculo Metropolitano

Después de predicar en el Tabernáculo el primer domingo del año, Spurgeon cayó enfermo y tuvo que ausentarse del púlpito durante doce domingos, la primera gran interrupción en sus actividades. Volvió a predicar otra vez el domingo de Pascua. Su retorno al Tabernáculo Metropolitano fue celebrado con una gran reunión de bienvenida.

El cuarto volumen de El Tesoro de David (Salmos 79 al 103) fue publicado, y, como los anteriores volúmenes, tuvo una excelente recepción.

Un grupo de Boston, USA, hizo un nuevo intento de persuadir a Spurgeon para que visitara ese país, pero nuevamente Spurgeon rechazó la invitación, temiendo que sus ministerios en Inglaterra pudieran sufrir si los abandonaba.

El viernes 16 de Abril, los evangelistas norteamericanos Moody y Sankey se reunieron en el Tabernáculo, pero Spurgeon no pudo participar en esa reunión ya que estaba enfermo. Sin embargo, pudo predicar el siguiente domingo, y usó como texto Josué 24: 15. (Sermón No. 1,229 – “Decisión.”) El día 6 de Junio predicó a favor de la campaña de los señores Moody y Sankey en el sur de la ciudad de Londres. (Sermón No. 1,238 – “Cuidado con la Incredulidad.”) Spurgeon defendía las doctrinas que predicaba Moody, y asistió a varias de sus predicaciones.

El 15 de Agosto Spurgeon predicó un sermón titulado “Prescindiendo del Sacerdote” (No. 1,250) que causó una gran controversia promovida por los periódicos controlados por la Iglesia de Inglaterra.

En el otoño de 1875, la Unión Bautista de Gran Bretaña e Irlanda se reunió en Plymouth. El doctor Alexander Maclaren presidió y Charles Haddon Spurgeon predicó uno de sus más notables sermones en el Guildhall. También dio un mensaje evangelístico a una capilla wesleyana, y este mensaje fue repetido en el Tabernáculo con el título: “Allá Van los Barcos” (No. 1,259). Este sermón fue inspirado durante una caminata que hizo Spurgeon junto a la playa de Plymouth.

El año finalizó con una alentadora reunión con los amigos del Colegio del Pastor, donde se reportó que un estudiante portugués había finalizado sus estudios, y que otros estudiantes habían solicitado ir a Estados Unidos, Canadá y países del continente europeo.

Spurgeon partió luego hacia Menton, en el sur de Francia, en la costa del Mediterráneo, su lugar favorito para descansar, esperando que un cambio de aires y de escenario le fuera de mucho beneficio para su ardua labor del siguiente año.

1879
Bodas de Plata

Spurgeon abandonó Inglaterra para dirigirse a Menton, Francia, el 15 de Enero de este año, con el objeto de recuperar su salud. Sus biógrafos se referían a él como “el Pastor inválido.” Su obra de los asilos recibió por este tiempo mucha publicidad por parte de la prensa secular.

A mediados de Abril, Spurgeon regresó a Londres y cuando predicó el domingo de Pascua fue como si “se abriera una nueva era en el Tabernáculo.” Su sermón lleva el título de La Filosofía de la Alabanza Abundante (sermón no. 1,468). El jueves santo, Spurgeon predicó lo que muchos consideran uno de sus más “notables mensajes.” Basado en el texto de Oseas 14: 6, todas las ilustraciones procedían “frescas de los olivares de Menton.”

El gran evento del año en el Tabernáculo Metropolitano fue la presentación que hicieron a Spurgeon del Testimonial de las Bodas de Plata el día 20 de Mayo. Se predicaron sermones especiales el día domingo 18 de Mayo de ese año (sermones nos. 1,474 y 1,475) y en una reunión que tuvo lugar el siguiente martes se le presentaron al pastor 6,233 libras esterlinas. Él rehusó conservar ese dinero para él pero aceptó un reloj de pared como un recuerdo de la ocasión. Las “bodas de plata” eran en efecto la celebración de veinticinco años de ministerio para la congregación del Tabernáculo. Spurgeon donó 5,000 libras esterlinas para los asilos y el resto para otras causas que lo ameritaban, tales como el fondo establecido por la señora Spurgeon para los ministros pobres.

En Junio C. H. Spurgeon alcanzó la edad de cuarenta y cinco años, lo que fue otra ocasión para que se produjeran muchos regalos que también fueron canalizados al proyecto de los asilos.

Problemas políticos tanto internos como en el extranjero durante el verano de 1879 motivaron a Spurgeon a predicar sobre la guerra, sobre la depresión comercial y otros problemas de carácter nacional en un sermón titulado La Crisis Presente (No. 1,483).

Un pequeño libro titulado Predicadores Excéntricos fue publicado en el mes de Julio. Fue publicado, dijo el propio predicador en el Prefacio, “en defensa propia,” como un intento de prevenir que los siervos de Dios en el ministerio cristiano, sufran de una crítica capciosa, falsa, y que sólo busca fallas.

En el mes de Octubre se inauguró un orfanatorio para niñas, con los edificios de mayor tamaño que los que ya existían para los niños. Predicando ese mes durante las reuniones de otoño de la Unión Bautista en Glasgow, Spurgeon recibió una ofrenda de 273 libras esterlinas a favor del orfanatorio para niñas. Ese mismo mes se publicó el sermón no. 1,500 titulado La Serpiente de Bronce Levantada.

1882
El Secreto del Éxito

Una visita al Tabernáculo Metropolitano por parte del Primer Ministro de Inglaterra estableció un auspicioso inicio para el año. Se cuenta que un estudiante de una escuela en los Estados Unidos, cuando se le preguntó quién era el Primer Ministro de Inglaterra, respondió: ¡El señor Spurgeon! La visita del señor Gladstone fue inesperada de tal forma que no se preparó un sermón especial para la ocasión. El Primer Ministro se reunió previamente en privado con Spurgeon durante quince minutos, y posteriormente se volvió a reunir con él para felicitarlo por la excelente labor que se desarrollaba en el Tabernáculo Metropolitano.

Spurgeon era el que soportaba la mayor parte de la carga de trabajo del Tabernáculo, por lo que volvió a caer enfermo en el mes de Marzo. Este ataque duró un mes, y durante ese tiempo el Obispo de Rochester visitó a Spurgeon en su hogar, “Westwood,” y oró con él por su recuperación.

Spurgeon celebró su cumpleaños número cuarenta y ocho el día 19 de Junio y recibió 450 libras esterlinas como regalo de cumpleaños. Él usó ese dinero en el orfanatorio para niños.

Durante el mes de Agosto se celebró en el Tabernáculo una campaña promoviendo la abstención total de alcohol. Spurgeon declaró abiertamente su apoyo pleno a esta cruzada y a los principios de abstención total.

Unos visitantes procedentes de los Estados Unidos le preguntaron cuál era el secreto de su éxito. Spurgeon respondió: “Mi gente ora por mí.” En toda la segunda mitad del año, Spurgeon se esforzó por convertir las reuniones de oración de los lunes, en algo atractivo y eficaz. El día 6 de Octubre predicó un memorable sermón en el Circo de Hengler, Liverpool, a la asamblea anual de la Unión Bautista. El título del sermón es: Ayudas y Obstáculos para la Oración.

A fines de Octubre, Spurgeon requirió descanso y recuperación en Mentone. Regresó a Londres en Diciembre; una gran multitud se reunió en el Tabernáculo el día previo a la Navidad, para darle la bienvenida. Spurgeon sufría todavía de muchos dolores, pero predicó con mucho poder sobre el tema de la estrella heráldica del Salvador. Al día siguiente tuvo que guardar cama.

Algunas veces se comenta que Spurgeon no predicó nunca series de sermones. Sí lo hizo, en varias ocasiones, aunque dichas series no estaban planeadas de antemano, sino que un texto o tema progresaba a otro, conforme el Espíritu Santo guiaba al predicador, semana tras semana. Así, los domingos 5, 12, 19 y 26 de Febrero, Spurgeon predicó una serie de sermones sobre “Nuestro Señor ante el Sanedrín, Pilatos y Herodes,” seguidos de otros dos sermones acerca de Pilato. (Sermones nos. 1643-45 y 1647-48).

En el sermón no. 1649 (página 151) encontramos los puntos de vista de Spurgeon acerca de la observación semanal de la Santa Cena.

Su ministerio por medio de la publicación de libros estuvo muy activo durante el año de 1882. El volumen 6 del Tesoro de David fue publicado en el otoño, habiendo sido precedido por Sermones de la Finca en Junio. En el mismo mes se publicó Doce Sermones Escogidos para Ganar Almas, seguido de Doce Sermones Sorprendentes.

1884
Celebraciones del Quincuagésimo Aniversario

El púlpito del Tabernáculo Metropolitano no fue ocupado por Spurgeon sino hasta Febrero de este año, ya que todavía se encontraba recuperando en Francia durante todo el mes de Enero. Sin embargo, el 24 de Enero predicó a una congregación abarrotada en la iglesia francesa de Menton.

En Marzo su salud había mejorado sustancialmente. En el mismo mes apareció el nuevo libro La Clave del Laberinto. Los comentarios fueron que el libro tenía un estilo encantador y que estaba lleno de ejemplos llenos de fuerza. El objetivo del libro era exponer la fe honesta, y prevenir a los creyentes acerca de las trampas de Satanás.

En el mes de Abril, predicó a una multitud de jóvenes en el Exeter Hall, the Strand, Londres, a favor de la Sociedad Misionera Bautista (sermón no. 1778). También, a solicitud de la Unión de Escuelas Dominicales, Spurgeon predicó en Union Chapel, Islington, Londres (sermón no. 1785).

El gran evento del año 1884, sin embargo, fue la celebración del cumpleaños número cincuenta del predicador, celebración que tuvo lugar los días 18 y 19 de Junio. Los periódicos comentaron el evento y congratularon al predicador por ser uno de los hombres mejor conocidos de su tiempo, habiendo sido primero “una curiosidad y posteriormente una notoriedad.” Naturalmente el Tabernáculo estaba completamente lleno en las reuniones que tuvieron lugar esas dos noches. 7,000 personas estuvieron presentes la noche del 19 de Junio. En una respuesta característica a los buenos deseos que le expresaban, Spurgeon dijo que “él no atravesaría la calle para ir a escucharse él mismo.” En el evento predicaron hombres eminentes tales como D. L. Moody y O. P. Gifford, de los Estados Unidos y Canon Wilberforce, y los doctores Newman Hall y Joseph Parker. Como regalo de cumpleaños le fueron presentadas al pastor 4,500 libras esterlinas, suma que él se apresuró a donar, distribuyéndola al Hospital de Santo Tomás, a la Sociedad Misionera Bautista, al Fondo Bautista de ayuda para ministros pobres, a su propia Asociación de Colportores, al fondo de libros de su esposa, y a la iglesia de su hijo que por entonces estaba en construcción en Auckland, Nueva Zelanda. Se publicó un álbum de jubileo que contenía un breve resumen de su vida y las varias instituciones del Tabernáculo.

En el mes de Agosto fue invitado por Canon Wilberforce para que fuera su huésped durante unas cortas vacaciones y durante el “descanso” predicó a una multitud en la pista de patinaje de Southampton. También predicó a clérigos de la iglesia de Inglaterra al día siguiente, demostrando así nuevamente su catolicidad y su amor por los hermanos evangélicos, independientemente de su denominación.

Spurgeon retomó su trabajo en el Tabernáculo Metropolitano en el mes de Septiembre, pero en Noviembre se encontraba otra vez delicado de salud. Batalló todo el resto del año, cumpliendo algunos compromisos y cancelando otros. Para la Navidad cenó con los niños del Orfanatorio Stockwell. Spurgeon estaba sumamente débil y esta iba a ser su última cena con sus amados huérfanos y amigos del orfanatorio.

1891

El Derrumbamiento

La muerte del diácono William Olney el año anterior fue seguida por la de varios veteranos del Tabernáculo Metropolitano, durante la primera parte de 1891. Por primera vez en la historia del Tabernáculo, las muertes sobrepasaron el ingreso de nuevos miembros. Este año fueron bautizadas 261 personas, que fueron recibidas como miembros a lo largo del año. Esta fue la cifra más baja desde que el Tabernáculo fue abierto. Sin embargo, la membresía se mantenía por encima de las 5,000 personas, había 23 estaciones de misiones, y 27 escuelas dominicales con 8,000 estudiantes y cerca de 600 maestros. Después de su regreso de Menton en el mes de Febrero, Spurgeon entrevistó a 84 personas para determinar su ingreso a la membresía de la iglesia.

Una epidemia de influenza azotó a Londres por ese tiempo, pero Spurgeon continuó trabajando y predicando, aunque su salud se iba deteriorando sin pausas. Una semana del mes de Mayo es representativa de la actividad de trabajo de Spurgeon en el ocaso de su vida. Después de revisar el sermón semanal para enviarlo a la imprenta el lunes, presidió también ese lunes por la noche la reunión de oración. El martes por la noche predicó a los maestros de escuela dominical en la Capilla Bloomsbury. El jueves predicó a un grupo de marineros en el Tabernáculo, a favor de la Sociedad de Marineros Británicos y Extranjeros, (Sermón no. 2,206, titulado “¿Soy un Mar o una Ballena”? El viernes se reunió con un grupo de ministros en Hendon.

La salud de Spurgeon se derrumbó finalmente, no a causa de la influenza o del trabajo excesivo, sino por la combinación de reumatismo, gota y de la enfermedad de Bright (una enfermedad que ataca severamente los riñones). El domingo 7 de Junio predicó por última vez en su vida en el Tabernáculo (sermón no. 2,208, titulado “El Estatuto de David para Compartir el Botín”), completando así cuarenta años de predicación del Evangelio. Spurgeon contaba con sólo 57 años de edad, más de treinta de los cuales los pasó en el Tabernáculo.

Los síntomas de su enfermedad se volvieron alarmantes y se tuvo que llamar a un especialista. Dos veces al día se sostenían reuniones de oración en el Tabernáculo, pidiendo la recuperación del pastor. El veredicto del doctor fue: “el caso es muy difícil y muy peligroso.” Muchas personas escribieron a Spurgeon deseándole pronta recuperación, entre los que se contaban el Príncipe de Gales, el Primer Ministro de Inglaterra, señor Gladstone, y varios miembros de la nobleza. Los arzobispos y obispos de la Iglesia de Inglaterra, así como el Rabí principal de la ciudad, oraron públicamente por Spurgeon.

En el mes de Septiembre experimentó una ligera mejoría, y se le permitió que hiciera breves excursiones por el campo. Fue a Eastbourne a principios de Octubre y luego a fin de mes se fue a Menton. Al abandonar Inglaterra, el doctor A. T. Pierson venido de los Estados Unidos, tomó su lugar en el Tabernáculo Metropolitano.

En Francia, Spurgeon gozó de ciertos períodos en los que sufría menos dolor y continuó trabajando para terminar El Evangelio del Reino, y asimismo terminó su libro Recuerdos de Stambourne, que fue publicado en Noviembre de ese año.

Justo antes de Navidad Spurgeon dijo: “He dado la vuelta a la esquina… Voy a saludar el día cuando pueda hablar con ustedes nuevamente.” Eso no iba a suceder. Su última exposición de las doctrinas de la gracia fue a un pequeño grupo de huéspedes que estaban en el Hotel Beau Rivage en Menton.

1892
El Llamado a Casa

La referencia al año 1892 es más bien irónica, pues Spurgeon sólo vivió 31 días en 1892, ya que murió a las 11 de la noche del 31 de Enero, en presencia de su esposa y de unos cuantos amigos.

Al seleccionar y editar el primer sermón que se publicaría ese año, Spurgeon eligió: “Gratitud por la Liberación de la Tumba” (Salmo 118: 17, 18). Era también el texto que Martín Lutero tenía colgado en la pared de su estudio y también estaba inscrito en la Casa del Jubileo de Spurgeon en la parte trasera del Tabernáculo Metropolitano. Spurgeon iba a dejar de ser liberado de la tumba en breve. Enfermó tan gravemente que ya no pudo escribir más a partir del 6 de Enero y ya para el 24 de Enero su salud había declinado gravemente. Siete días después entró en el cielo. Había leído fragmentos de sus sermones impresos a un cierto número de huéspedes en su habitación del hotel en Menton. El 10 y el 17 de Enero de 1892, fueron las últimas dos ocasiones en que habló “en público.”

Las líneas telefónicas a Menton se bloquearon con muchísimos mensajes de condolencia que llegaban de todas partes del mundo, incluyendo una llamada del Príncipe y de la Princesa de Gales.

El cuerpo del predicador fue colocado en un ataúd de madera de olivo y después de un servicio memorial en la Iglesia Presbiteriana Escocesa, fue llevado a Inglaterra para ser enterrado en Londres. Spurgeon fue enterrado en el cementerio de Norwood, entre sus ancianos, diáconos y miembros de la iglesia que le habían precedido.

Antes de ser enterrado el cuerpo fue velado en el Tabernáculo Metropolitano. Se programaron cuatro servicios fúnebres en un día: uno en la mañana para miembros de la iglesia, uno por la tarde para ministros y estudiantes, uno al anochecer para miembros de iglesias de otras denominaciones, y uno ya tarde por la noche (10: 30 p.m.) para el público en general. Ira D. Sankey cantó “Duerme, amado, duerme y descansa” y “Solamente recordado por lo que he hecho.” Entre los participantes encontramos a los doctores Alexander MacLaren y F. B. Meyer.

Cientos de miles de personas cubrieron la ruta de unos doce kilómetros entre el Tabernáculo Metropolitano y el cementerio. Las banderas ondeaban a media asta y las campanas de las iglesias repicaban. El servicio en el cementerio fue presidido por uno de los propios hombres de Spurgeon, el pastor Archibald Brown. El doctor A. T. Pierson presidió la oración y el Obispo de Rochester pronunció una bendición.

Una cripta muy bien diseñada albergó el ataúd del predicador, y mostraba un retrato esculpido del Príncipe de los predicadores y una Biblia abierta.

La voz que una vez fue descrita como “una campana de plata” ahora permanecería callada, después de haber exaltado al Salvador y de haber servido de instrumento para atraer a tantas personas a Él. Durante su pastorado un total de 14,692 personas fueron bautizadas y se unieron al Tabernáculo Metropolitano. Sus sermones continuaron publicándose durante 27 años posteriores a su muerte, de tal forma que “aun estando muerto, habla.”

De inmediato se publicaron muchas biografías, alcanzando un promedio de una biografía por año durante los siguientes diez años.

WILLIAM CAREY «Esperad grandes cosas de Dios; emprended grandes cosas para Dios»

William Carey nació el 17 de agosto de 1761 en Paulerspury, en la provincia de Northampton, Inglaterra.

Aunque su infancia transcurrió en un ambiente rural que para nada hacía presagiar grandes cosas para su vida, lo cierto es que Carey tenía una insaciable sed de conocimientos y una indomable perseverancia para lograr sus objetivos. Cualquier libro que caía en sus manos era devorado y asimilado, hasta el punto que se había familiarizado en su adolescencia con el latín y, mientras trabajaba como zapatero, aprendió griego.

De hecho el taller de zapatería fue para Carey su taller de preparación donde Dios lo entrenó para la obra que más tarde tenía preparada para él. Allí adquirió un profundo conocimiento de la Biblia y también de geografía universal y religiones comparadas, todo lo cual le sería de gran utilidad en los años venideros.

Conversión

Uno de los compañeros en el taller de zapatería era William Ward, perteneciente a uno de los grupos disidentes de la Iglesia anglicana. Las discusiones entre ambos muchachos eran prolongadas, defendiendo cada uno su punto de vista. Sin embargo, Carey se dio cuenta que la fe de su amigo era mucho más profunda que la suya propia y, atendiendo a una invitación a asistir a una de sus reuniones, entró en contacto con la iglesia a la que su amigo pertenecía. Allí tuvo lugar su experiencia de conversión que daría un vuelco a toda su vida. El hecho de que estas iglesias disidentes fueran simpatizantes de la revolución americana fue otro factor añadido para que Carey se identificara con ellas, pues él mismo era de ese sentir. La conservadora Iglesia anglicana era opuesta por principio a cualquier modificación del «status» de las colonias en Nueva Inglaterra.

Crecimiento

Tras su conversión conoció a dos destacados bautistas, John Ryland y Andrew Fuller, siendo bautizado por el primero e integrándose en una iglesia bautista. Al poco tiempo, y en vista de su crecimiento y sus dones, Carey era solicitado como predicador por distintos grupos pequeños, tras lo cual fue llamado como pastor de la iglesia de Moulton.

Influencias notables

En 1781 se casó con Dorotea Placket con la cual tuvo una numerosa familia. Para ese tiempo Carey ya conocía latín, griego, hebreo, italiano, alemán y francés. Pero la pasión de Carey eran las misiones. Varios factores influyeron en esa vocación: el avivamiento que estaba sacudiendo Inglaterra bajo el ministerio de John Wesley preparó el terreno para el movimiento misionero; un tío de Carey era marinero y con un gran bagaje de experiencias en otros países, lo cual despertó en él un interés por los viajes y por conocer otras culturas; también fueron a parar a sus manos los diarios de John Eliot y David Brainerd (ambos misioneros entre los indios); otro libro que influyó decisivamente en Carey fue «Los viajes del capitán Cook», en el que el descubridor inglés narra sus aventuras por las islas del Pacífico. Todos estos fueron factores que representaron un papel importante en el futuro misionero, pero, en especial, la Biblia dejaba claro la responsabilidad de los cristianos para llevar las buenas nuevas a los que todavía no las habían escuchado.

«Esperad grandes cosas de Dios; emprended grandes cosas para Dios»

El 30 de mayo de 1792, ante una convención de pastores bautistas, predicó su famoso sermón basado en Isaías 54:2,3 «Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas… »

La proposición de este sermón era la siguiente: «Emprended grandes cosas para Dios; esperad grandes cosas de Dios.» A pesar de las reticencias de algunos de los presentes, John Ryland entre otros, el impacto del sermón fue tal, que allí dio comienzo lo que más tarde se ha dado en llamar la era de las misiones modernas. El 13 de junio de 1793 Carey partía para la India.

Paganismo en la India

La extensión del cristianismo en la India estaba reducida prácticamente a los europeos que allí vivían por intereses comerciales. La pobreza, ignorancia y superstición estaban difundidas por doquier; el sistema de castas tenía raíces inmemoriales; las costumbres paganas estaban reflejadas en dos bien arraigadas: tirar niños al Ganges, como ofrenda al río sagrado y arrojar a las viudas a la hoguera donde el marido recién fallecido era incinerado.

Primeros años como misionero

Por seis años Carey estuvo trabajando en una plantación de índigo al norte de Calcuta. Allí aprendió el bengalí y tradujo el Nuevo Testamento a dicha lengua, además de preparar una gramática y un diccionario de la misma. La facilidad para los idiomas que tenía llegó a convertirse en un medio de bendición para su tarea. Pero al mismo tiempo las pruebas se cebaron en su familia: su hijo de cinco años murió como consecuencia de las fiebres, mientras que su esposa no se adaptaba a las dificultades en el nuevo país.

El trío de Serampore

En 1800 Carey se traslada a Serampore donde permanecería por treinta y nueve años. Allí se le unieron dos misioneros más que permanecerían con él hasta el fin, y que serían conocidos como «el trío de Serampore». Uno de ellos era William Ward, especialista en imprenta, y el otro Joshua Marshman, especialista en lingüística. Sin duda este trío misionero fue uno de los más sólidos y fructíferos equipos misioneros que nunca hayan existido.

Traduciendo la Biblia

A estas alturas Carey ya dominaba el bengalí, el sánscrito y otros idiomas de la región y entre sus prioridades estratégicas estaba la traducción de la Biblia a la lengua materna de aquellos pueblos. En treinta años la tradujeron a seis lenguas, siendo Carey el responsable de la traducción al bengalí, sánscrito y marathi.

Además, tradujeron el Nuevo Testamento a veintitrés lenguas y porciones escogidas de las Escrituras a otras más. Sin duda el trabajo de traducción fue primordial en la obra de Carey en la India.

La jornada diaria de un traductor

De una de sus cartas podemos hacernos una idea de cómo era un día cualquiera en su trabajo de traducción:

«Me levanté esta mañana a las seis menos quince minutos, leí un capítulo en la Biblia hebrea, y pasé el tiempo hasta las siete en oración privada a Dios; luego dirigí el culto de familia con los criados en bengalí.

Mientras preparaban el té leí un poco en persa con un manshi y antes de almorzar hice lo mismo pero en indostánico. Cuando acabé de almorzar me puse a trabajar con un pandit en la traducción desde el sánscrito del Ramayana. A las diez me fui al colegio donde estuve hasta las dos.

Vuelto a casa examiné una prueba de la traducción de Jeremías al bengalí, lo que me llevó hasta la comida. Después de comer traduje al sánscrito, con la ayuda del pandit principal del colegio, la mayor parte del capítulo ocho del evangelio de Mateo.
Después de las seis me senté con un pandit telingi para aprender este idioma. A las siete empecé a reunir unos pocos pensamientos en la forma de un sermón y prediqué hasta las siete y media. Había como cuarenta personas presentes… Después del sermón me senté y traduje el capítulo once de Ezequiel al bengalí hasta casi las once de la noche.»

La importancia de la lengua materna

Un dato significativo que nos da la medida de su sensibilidad en este aspecto es que cuando fue nombrado profesor de idiomas en el colegio Fort William en Calcuta, donde se formaría la flor y nata de los futuros dirigentes del país, Carey se dio cuenta de que las clases superiores estaban acostumbradas al sánscrito y tenían al bengalí como lengua vulgar, asociada a las casta más bajas de la nación; por lo tanto, tradujo sus materiales de enseñanza al sánscrito, consciente de la necesidad de alcanzar a las personas en el idioma de su corazón.

A la edad de setenta y tres años, Carey dejaba la India y esta vida; respecto a la primera había dicho:

«Nunca tuve la idea de regresar a Inglaterra… mi corazón se casó con la India.»

George Müller (1805-1898)

George Müller (1805-1898)

El bien conocido «padre de los Orfanatorios de Bristol» nació el 27 de septiembre de 1805 en Kroppenstedt puerto de Halberstadt. Su padre lo mimó y a su hermano de tal manera que George se convirtió en un mentiroso, estafador e incluso borracho, y eso ya desde su niñez. Después de haber vivido una juventud totalmente sin Dios, él entró a estudiar teología protestante de acuerdo a la voluntad de su padre. Durante sus estudios en Halle, Saale, él tuvo su primer encuentro profundo con la misericordia de Dios en una reunión casera de personas salvas a la cual fue invitado por un amigo de estudios. Su vida cambió enseguida; ahora oraba mucho, leía la palabra de Dios y amaba a los discípulos de Jesús de los cuales antes se burlaba.

Luego despertó en este recién nacido el deseo de servir al Señor en el campo misionero. Sin embargo tuvieron que pasar algunos años antes de que llegase la primavera de 1829, a Londres por medio del profesor Tholuck, para ser allí instruido en «La Sociedad para la Misión Judía.» Durante una estadía de ocio en la ciudad de Teignmouth, conoció a Henry Craik, que durante muchos años había de ser su amigo y colaborador. Tanto Henry Craik como George Muller tenían en alta estima a Anthony Norris Groves. Él tenía en mente fortalecer el propósito de sujetar completamente las circunstancias de su vida a la voluntad de Dios. Por eso, un tiempo después de su regreso a Londres, George Muller expresó su deseo de trabajar sin sueldo regular ante la Sociedad Misionera_ y cuándo y dónde el Señor le mostrara. Él recibió una gentil respuesta, pero negativa, por lo cual a finales del año 1829, rompió sus lazos con ella. A principios del año 1830 él estaba nuevamente en Teignmouth y decidió establecerse allí en la condición de predicador de una pequeña comunidad bautista. En el verano de ese año, por medio del estudio de la palabra de Dios, él llegó a la convicción, que sería en conformidad a las Escrituras partir el pan cada primer día de la semana y conceder a todos los hermanos la posibilidad de usar los dones dados por Cristo para el ministerio de la palabra de Dios. Cuando cumplió 25 años de edad, decidió nunca más aceptar un salario fijo, sino confiar solamente en el cuidado de Dios. Con una congregación de 18 miembros, esta no fue una decisión fácil.

El día 7 de octubre de 1830, George Muller se casó con Mary Groves, hermana de Anthony Norris Groves. Durante 40 años ella se volvió en su fiel acompañante en su camino.

En el mes de abril de 1832, Henry Craik convidó a George Muller a Bristol para que lo ayudase allí en el trabajo del evangelio. George Muller fue, y ambos dejaron Teignmouth para siempre y se mudaron para Bristol en mayo de 1832. Allí, Henry Craik asumió el ministerio de la capilla «Gedeón» y George Muller de la capilla «Betesda». Allí ellos se esforzaron por practicar las verdades reconocidas. En la noche del día 13 de agosto de 1832.Muller, Craik y otros hermanos, más cuatro hermanas se reunieron de una manera simple, George Muller escribió en su diario, lo que sucedió «sin ninguna condición, solo con el deseo de actuar para agradar al Señor por medio de la luz de Su palabra.»

Si bien esta comunidad aun mantenía algunas características eclesiásticas, aprobaba principios ya realizados por hermanos en otras localidades. En primer lugar estaba la autoridad de la palabra de Dios, en separación del mundo. Cada domingo se partía el pan, y para la predicación de la palabra se ponían bajo la dirección del Espíritu Santo, mientras que George Muller y Henry Craik eran reconocidos como líderes espirituales y predicadores de la pequeña asamblea. Ambos, sin embargo, no eran predicadores con un salario fijo. En el mes de octubre de 1832, John Nelson Darby hacía su primera visita al lugar. Él se refiere a una carta que data del 15 de octubre: «predicamos en las dos capillas. El Señor está realizando allí una obra notable, y espero, que nuestros amados hermanos, M y C. serán ricamente bendecidos allí. Solo deseo que el principio de comunión abierta sea más practicado.»[1]

En aquellos años, la obra en Bristol fue ricamente bendecida. El pequeño grupo de salvos se acrecentó en poco tiempo, de manera que los dos grupos juntos, en el año 1837, sumaban a 668 personas en el año 1844.

El estado social deplorable en Bristol daba mucho trabajo a George Muller. A pesar que poseía pocos recursos y no tenía ingresos regulares, dio todo lo que tenía a los pobres. En 1833, comenzó a salir temprano a las calles, para llamar a los niños pobres. A todos los dio un pedazo de pan y enseguida los instruyó, durante más o menos una hora de lectura bíblica. Más tarde, hacía lo mismo con los adultos. En el año 1834 fundó, juntamente con Henry Craik, una «Institución para la Propagación del Conocimiento de las Escrituras en Inglaterra y el Exterior,» cuya finalidad era crear escuelas cristianas, y divulgar las Sagradas Escrituras, y apoyar las misiones sobre la base de la fe. Esas obras debían ser operadas por funcionarios salvos y no debían recibir dinero de parte de los incrédulos, y no debían incurrir en deudas. Sin capital inicial esta obra de fe fue comenzada. Pero a principios de 1835, la institución ya estaba funcionando con cinco escuelas.

A finales del año 1835, George Muller decidió fundar un orfanato de acuerdo al modelo de los orfanatos de Francke en Halle. En abril de 1836 estaba en condiciones de recibir a los primeros huérfanos. Así comenzó el «milagro de Bristol,» que se expandió tanto hasta tener una compañía de 2.000 niños en cinco grandes casas. Desde el principio, George Muller tomó por principio dos cosas: (1) Nunca pediría ayuda a hombre alguno, sino solamente a su Dios; (2) Nunca comunicaría a una persona externa su actual situación financiera, independiente de lo grande que pudiesen ser sus necesidades.

Su intención no solamente era ayudar a los huérfanos, sino también fortalecer la fe de los hijos de Dios, y demostrar a los incrédulos que Dios también oye la oración hoy. La fe de George Muller fue recompensada. Pronto los dones comenzaron a fluir de manera que pudo construir una segunda y un año más tarde una tercera casa. Él nunca necesitó desviarse de sus principios, a pesar de que la demanda anual de dinero fuese de alrededor de 30.000.00 libras esterlinas. Dios, a quien comunicaba sus necesidades, nunca lo abandonó. Las experiencias de fe de George Muller durante 65 años, en los cuales se ha ocupado de esta obra, llenarían libros.

A quienes a menudo le preguntaban en cuanto a sus oraciones maravillosamente contestadas, Él les mostraba los cinco puntos de cómo aproximarse a Dios.

(1) Confianza plena en la obra y mediación del Señor Jesús como base de nuestro acercamiento a Dios.

(2) Separación de cualquier pecado consciente.

(3) Fe en la palabra de promesa de Dios

(4) Pedir conforme a Su voluntad, es decir, teniendo motivos espirituales, y no para nuestros propios placeres.

(5) Persistir y esperar en oración.

George Muller tenía una visión clara de la relación entre la oración y una vida de santidad y siempre se esforzaba de demostrar este importante principio tanto en palabra como de manera escrita.

Parece que George Muller hizo diversas visitas al continente y también a Alemania alrededor del año 1840. Más o menos en 1841, una señora alemana procedente del estado de Wurttemberg lo visitó. Él le dio los primeros dos volúmenes de su diario ya impreso en inglés. La lectura de éstas fue el impulso para su conversión y ella tuvo el deseo de traducirlos al alemán. En Stuttgart, ella encontró una pequeña congregación bautista, donde fue bautizada y recibida como miembro. En mayo de 1843, ella convidó a George Muller para realizar una visita a Stuttgart. Después que el Señor hubo resuelto también su lado financiero de ese viaje por medio de una generosa donación, George Muller y su esposa fueron a Alemania en el mes de agosto de 1843 donde permaneció hasta marzo del año siguiente. Inmediatamente recibió una oportunidad de parte de la congregación bautista de Stuttgart para predicar los domingos y todos los días de la semana. Su ministerio doctrinal no fue bien recibido por todos los miembros de la congregación. Cuando el día 3 de septiembre llegó nuevamente la ocasión para celebrar la Cena del Señor, un grupo liderado por el presbítero Schauffler Lehrälteste pensaba que George Muller no podía participar de la Cena, mientras otro grupo deseaba tener comunión con él. Aunque George Muller trataba sinceramente de evitar un cisma en la congregación debido a esta cuestión, pero una división fue inevitable. La noche de ese mismo día, 17 personas celebraron la Cena del Señor en una residencia particular, entre ellos dos hermanos suizos, de los cuales George Muller escribió que conocían el camino de la verdad por medio de nuestros hermanos John Nelson Darby. De este modo surgió, de esa división, en el sur de Alemania, un acercamiento a una condición de iglesia teniendo una base bíblica. George Muller justificaba la división diciendo que aquella congregación bautista seguía principios sectarios por ligar al bautismo el nuevo nacimiento y porque se les negaba la comunión a todos aquellos fieles habían recibido este «bautismo de fe»

George Muller se dedicó, entonces, completamente al servicio de este pequeño grupo. Fue difícil para ellos, acostumbrados como estaban al oficio de un predicador, someterse a la libre acción del Espíritu Santo, y usase a quien quisiera. Cada domingo se partía el pan. Al final de su permanecía allí, la congregación había crecido a 25 personas. En ese tiempo George Muller distribuía folletos y hablaba con las personas que encontraba. También completó y publicó una traducción de su biografía. En el año 1845, él visitó más de una vez la congregación en Stuttgart, ya que había oído que habían brotado falsas doctrinas entre ellos.

El trabajo en los orfanatorios estaba en constante progreso. En el año 1849, dejó cuatro casas anteriormente alquiladas y se mudó a una casa propia en Ashley Down. Durante ese tiempo, recibió a 275 niños. El día 12 de noviembre de 1857 abrió una segunda casa para más de 400 niños. Abrió una tercera casa el día 12 de marzo de 1862. Entonces en el horizonte de fe de George Muller ya se veían las casas 5 y 6, lo que se hizo realidad el 5 de noviembre de 1868 y la 6 en enero de 1870. Los orfanatos, ahora, ofrecían abrigo para 2.000 huérfanos y todos los ayudantes y profesores.

En Enero de 1866 falleció Henry Craik, el colaborador de George Muller durante 34 años. Entonces, el 6 de febrero de 1870, falleció también su amada esposa. Pero más o menos un año y medio después, su hija se casó con su colaborador James Wright, que también se convirtió en el sucesor de George Muller en el trabajo con los huérfanos. El propio George Muller un poco después, se casó por segunda vez, con Susanne Grace Sanger ya conocida por él durante 25 años como una mujer temerosa de Dios.George Muller entonces comenzó a viajar bastante. Sus viajes misioneros ocuparon su vida en los años 1875 a 1892. Estos los llevaron a Europa, Asia, América, África y Australia. Durante estos viajes tuvo oportunidad de presentar el evangelio simple y claro a muchas almas, a conducir a recién convertidos a la seguridad de la salvación e instruir en el uso correcto de las Sagradas Escrituras. También podía presentar a las almas el verdadero amor fraternal. Una verdadera fe y la esperanza en el regreso del Señor y la actual separación del mundo.

La fuerza de su vida estaba en su simple fe en Dios y Su palabra. Él amaba esa palabra, y le encantaba leerla no solo en ciertos momentos, sino en cualquier oportunidad que se le presentaba. Él siempre actuó en conformidad a ella siempre y lo hizo así a lo largo de su vida. Los fondos que llegaron como respuesta a sus oraciones a favor de la obra con los huérfanos, llegaron a sumar más de un millón de libras esterlinas. También recibió casi 400. 000.00 libras de donaciones para distribuir Biblias y folletos como para sustento de su obra misionera.

A menudo decía, «soy un hombre feliz». Él se consideraba un pecador merecedor del infierno, pero que llegó a conocer al Señor Jesús como «su Salvador digno de ser adorado.» El último domingo de su vida estuvo íntimamente ocupado con la alegría de verlo en Su belleza y adorarlo en perfección.
Temprano en la mañana del día 10 de marzo de 1898, George Muller fue repentinamente llamado al hogar eterno. El día anterior estuvo ocupado, y en la noche, como era su costumbre, estuvo en reunión de oración. Su muerte fue inesperada y sin dolor, como en un «instante».» Cuando se abrió su testamento, se verificó que toda su fortuna era de 60.00 libras, aparte de su apartamento.

Biografias, Libros, Estudios biblicos